El Gobierno acelera la repatriación de Álex desde Tailandia porque «el tiempo es oro»

Tras la aceptación el miércoles por parte del Ministerio de Defensa de la repatriación de Álex García en un avión militar medicalizado, los trámites necesarios para llevarlo a cabo se han acelerado para atender a la petición de la familia. El objetivo es que el traslado se haga «cuanto antes», reconoció la delegada del Gobierno en Euskadi, Marisol Garmendia.

«No es una operación fácil, pero la ministra Margarita Robles está empeñada en dar una solución lo más rápida posible. Sabemos que el tiempo es oro y por eso hemos puesto el turbo», destacó la representante del Ejecutivo central en el País Vasco. Preparar la aeronave para la repatriación ha sido el primer paso dado por Defensa, que ahora centra todos sus esfuerzos en obtener los permisos de vuelo, un procedimiento que lleva su tiempo. Aunque se trata de una ambulancia aérea, no deja de ser un avión militar sobrevolando los espacios aéreos de varios países. Mientras tanto, en Osakidetza ya se preparan para recibir a Álex para que el joven, natural de Basauri, pueda continuar siendo tratado de la pancreatitis aguda y los problemas respiratorios que le mantienen en estado crítico. No está claro en qué aeropuerto vasco aterrizará el avión militar en su viaje de vuelta. Los encargados del transporte aseguran que lo hará en el aeródromo más cercano al hospital en el que vaya a ser tratado, aunque no quieren dar más detalles para preservar cierta privacidad.

Sea como fuere, la repatriación se hará realidad al tercer intento. Los dos anteriores, el 20 de marzo y el 12 de abril, se frustraron a última hora debido precisamente a su delicado estado de salud, con Álex ya en el aeropuerto. Lo que debería haber sido un viaje idílico a Tailandia para esta pareja de 34 y 36 años se convirtió en una auténtica pesadilla el pasado 25 de febrero, cuando Álex empezó a sentir fuertes dolores en el pecho y a sufrir vómitos que le llevaron a ingresar en la UCI de un hospital de Chiang Mai.

Ambos tenían contratado un seguro de viaje que cubría gastos médicos hasta 100.000 euros y «repatriación ilimitada» de una persona. Pero tras agotarse esa cobertura hace un par de semanas, la familia hace frente a un coste hospitalario de 5.000 euros diarios que, sumados a los 221.000 euros destinados a la segunda de las repatriaciones frustradas, hacen un total de más de 260.000 euros.

Tanto en Gipuzkoa como en Basauri se han impulsado campañas para recaudar fondos. En el territorio vecino se han recaudado 114.000 euros y se ha decidido poner fin al crowdfunding. En Basauri, la recaudación de fondos se inició ayer con gran éxito.