Geoparkea: la joya geológica vasca

Este año 2020 debería estar lleno de celebraciones para el Geoparque de la Costa Vasca, la joya natural y geológica que se extiende por la costa guipuzcoana y alienta el desarrollo de la zona de la mano de la ciencia, la educación y el turismo. Sin embargo el coronavirus les ha truncado la fiesta. El 1 de octubre se cumplen diez años desde que los municipios de Zumaia, Deba y Mutriku entraran a formar parte de la Red Europea y Global de Geoparques, un reconocimiento internacional que sitúa en el mapa este enclave.

Comenzaron su andadura con un proyecto con el que buscaban poner en valor el medio natural y geológico y la cultura del territorio, y diez años después, Leire Barriuso, gerente del Geoparque de la Costa Vasca, lo tiene claro: «el proyecto se ha consolidado y ha abierto su campo de trabajo a nuevos retos».

La candidatura para alcanzar la categoría de Geoparque vino con un plan de viabilidad. Contaban con «más de 100 años de investigación científica en torno al Flysch, en Mutriku había un pequeño museo de amonitas, que son unos fósiles gigantes, se empezaban a dar las primeras visitas guiadas geoturísticas... y al final, nos dimos cuenta de que las piezas iban encajando», cuenta Barriuso.

Entrar a la red de Geoparques no es insignificante, «supone tener un reconocimiento internacional». Y mucho más desde que en 2015 fueran declarados Geoparques mundiales por la Unesco. De esa manera, los paisajes y sitios geológicos de relevancia universal fueron reconocidos oficialmente.

El Flysch «pone al Geoparque vasco en el mapa» mundial. «Es lo más especial. Las capas geológicas que se pueden observar a lo largo de los 13 kilómetros de costa eran antiguos fondos marinos que hoy en día se pueden ver de forma vertical, y esas capas son las hojas del libro de la historia de la Tierra», de su evolución, explica Barriuso. Y añade otro matiz que hace este Flysch único, a diferencia de otros que pueden visitarse en un radio de pocos kilómetros, al que discurre entre Zumaia y Deba no le falta ninguna hoja del libro. «En cada una de esas capas se puede leer una época pasada», y en conjunto, «el Flysch de Geoparkea muestra más de 60 millones de años» de la historia de la Tierra. «Entre los capítulos del libro, por ejemplo, se prueba la teoría del impacto, que es cuando desaparecieron los dinosaurios», relata.

Sin embargo, el acantilado, la costa, no es el único encanto del lugar. El interior de los tres municipios -Zumaia, Deba y Mutriku- es una zona kárstica «que también estuvo debajo del agua, formada por antiguos arrecifes de coral». Con la erosión de la zona, se crearon «numerosas cuevas que cuentan con yacimientos arqueológicos».

Asimismo, el Geoparque «tiene un poder divulgativo y educativo muy alto». Interesa a turistas que se acercan especialmente atraídos por lo que ven y por la historia que esconde el entorno, pero con unas explicaciones sencillas, también quien no se ha acercado nunca a la geología ni a las etapas de la Tierra sabe leer este libro. «Si explicas que todo esto antes eran fondos marinos y que cuando la Península Ibérica y Europa chocaron se levantaron los Pirineos y los fondos marinos se quedaron en vertical, cualquier persona acaba por entenderlo» y visualizarlo. Y ese es el objetivo que persiguen, «queremos que la gente que venga entienda qué es el Geoparque y por qué es importante».

Desde que entró a la red internacional, Geoparkea ha pasado por dos reválidas, la primera en 2014, y la segunda en 2018. En ellas, «vienen evaluadores de otros países y determinan si debe seguir siendo geoparque o no». Ahora, Barriuso presume de que «el Geoparque está consolidado y tiene una trayectoria relativamente larga». Por eso, han decidido ampliar su campo de trabajo.

«Creemos que la Prehistoria va a ser un campo importante para nosotros». Hasta ahora, la geología y el Flysch han estado en el centro de todas las investigaciones. Así, «ya tienen una dinámica, tanto de investigación como de conservación; estos campos ya están bastante establecidos», subraya la gerente. No obstante, «hay zonas todavía por desarrollar, y la Prehistoria es un tema muy importante en el Geoparque».

Por eso, en los próximos años, prevén enfocar su investigación hacia ese campo. El objetivo es desarrollar la Prehistoria «desde el punto de vista de la investigación y la difusión. Y poner en marcha proyectos educativos y turísticos que giren en torno a ella».

Pero ese no es el único proyecto que tienen abierto. «La cultura marítima tiene gran transcendencia en el Geoparque», porque aunque lo principal sea la geología, «el patrimonio natural y cultural son componentes muy importantes». A ello se le suma que los tres municipios son costeros y «tienen una historia marítima, que aunque sea muy distinta entre los tres, es muy potente», añade.

Todo el conocimiento adquirido lo muestran en los numerosos congresos, reuniones científicas e iniciativas que celebran durante el año. Y este no iba a ser diferente. Aunque la irrupción de la Covid-19 ha suspendido los actos del décimo aniversario, «seguimos con la esperanza de poder celebrar el del 1 de octubre». «Durante tres fines de semana, queremos hacer una actuación con embarcaciones antiguas, y mostrar la vinculación del territorio con el mar», concluye.