Gante anima a comerse el árbol de Navidad

La noticia ha saltado esta semana a los principales diarios del país, después de que el Consistorio gantés publicara un artículo animando a reciclar los árboles navideños incluyéndolos dentro de la dieta. La publicación -borrada tras la polémica desatada- animaba de forma entusiasta a preparar platos con las plantas coníferas y ponía como ejemplo la cocina escandinava, en la que se utilizan agujas de pino para hacer sopas y aromatizar la mantequilla, entre otros usos. «En Escandinavia llevan mucho tiempo haciéndolo: hay que recoger las agujas de las ramas, sumergirlas brevemente en agua hirviendo, pasarlas por un colador y secarlas con un paño limpio», detallaban los responsables municipales, que animan a incorporarlas en una tostada untada con margarina para lograr un resultado «delicioso».

Pero la Agencia Federal belga para la Seguridad de la Cadena Alimentaria alertó rápidamente de que incluir estas 'delicatessen' en las tradicionales comidas navideñas puede resultar perjudicial para la salud. En un mensaje que parece de cajón, el organismo aseguró que «los árboles navideños no están destinados a entrar en la cadena alimentaria» y subrayó que «no hay manera de afirmar que comer un árbol de Navidad sea seguro por la posible presencia de pesticidas en estas plantas». Y es que muchos de los abetos destinados a convertirse en adornos son tratados con fuertes pesticidas y químicos para mantener su apariencia y protegerlos de posibles plagas. También son rociados con productos ignífugos «que pueden tener consecuencias serias e incluso fatales» en caso de ser ingeridas.

Tras el anuncio de la agencia alimentaria, el Ayuntamiento de Gante borró la publicación de su página de Facebook y cambió el titular en su web: de 'Cómete tu árbol de Navidad' a 'Los escandinavos se comen sus árboles de Navidad'. La institución añadió, igualmente, una nota aclaratoria que apunta que «no todos los árboles de Navidad son comestibles», advirtiendo a la ciudadanía de que no hay que confundirlos con los tejos, cuyas hojas son venenosas.

En realidad, los pinos que se encuentran en la naturaleza y que sirven para elaborar las recetas nórdicas son totalmente diferentes a los árboles cultivados para convertirse en uno de los principales símbolos de la Navidad. Uno de los restaurantes más prestigiosos del mundo, el 'Noma' -situado en Copenhague- es famoso por incluir agujas de pino para condimentar sus platos. La cocina nórdica las añade a postres como el helado y también pueden usarse como aceite, gel o esencia para dar un sabor fresco y un aroma muy particular a las recetas, para elaborar salsas e incluso en kombuchas o limonadas.

Claro que la materia prima usada en estos platos muy poco tiene que ver con los árboles que el Ayuntamiento de Gante proponía cocinar. El alcalde la localidad flamenca, el liberal Mathias De Clercq, ha querido quitar hierro a la polémica, que ha llevado a la ciudad a copar los titulares de cabeceras internacionales. El primer edil ha retomado su agenda después de las vacaciones con una recepción de inicio de año abierta a los habitantes del municipio, en la que se sirvieron 28.000 bebidas y, a modo de broma, deslizó: «Si alguien se queda con hambre, nos queda sopa de un árbol de Navidad fresco».