

Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
La sensación de inseguridad crece entre la ciudadanía vasca. A diferentes estudios sociológicos, tanto municipales como de otras instituciones que reflejan esta realidad, se suma ... también la Encuesta de Condiciones de Vida. El Instituto Vasco de Estadística publica este jueves los resultados de esta prospección, que concluye, entre otros asuntos, que una de cada cuatro familias vascas percibe problemas de seguridad ciudadana en su entorno, por encima del 15% que referían apreciar esta situación en 2019.
En ese sentido, los participantes en la encuesta valoran diferentes aspectos como la delincuencia, la droga, la mendicidad, la prostitución, la agresividad, las agresiones, los robos, los problemas étnicos, el consumo de sustancias... Son hasta una docena de indicadores y todos, sin excepción, ofrecen peores resultados que hace seis años.
La percepción de la ausencia de seguridad varía en función de la comarca de residencia. Donde más refieren problemas de esa índole es en el Duranguesado (24,2%), por delante de Gernika-Bermeo (23,3%), San Sebastián y el Bajo Bidasoa (21,45%) y el Gran Bilbao (20%). En el lado opuesto está Arratia-Nervión (15,3%).
Entre los factores que ofrecen como resultado esos valores, destaca, en general, la delincuencia, un 31% de familias la señalán como existente en su lugar de residencia. Son 9 puntos más que en la anterior edición de la encuesta. Pero no se trata, ni mucho menos, del indicador que más ha aumentado. La sensación de que la droga está presente suma más de once puntos, hasta el 26,9%, mientras que la percepción de la mendicidad se ha duplicado (21,13%). La agresividad casi se ha triplicado, de 6,7% a 15,25%, y la existencia de problemas étnicos es algo que palpan el 15% (7 puntos más).
De ahí que, lo que denomina el Eustat como medio ambiente social, que viene definido por la existencia de problemas sociales, se haya deteriorado, puesto que solo el 53% de las familias lo considera muy saludable, trece puntos menos que en 2019.
El medio ambiente físico, por su parte, no sale mucho mejor parado. Solo 57,4% de los hogares consideran su entorno «saludable», 6,6 puntos por debajo de quienes lo creían así en 2019. En este caso, la percepción empeora porque aumentan quienes consideran que en su lugar de residencia existen molestias generadas por ruidos, humos y olores (un 38,8%, 7,7 puntos más). También se incrementan las personas que detectan a su alrededor industrias contaminantes (17,3%, 2,3 puntos más).
Otro de los aspectos que destaca la Encuesta de Condiciones de Vida es que, aunque se vincule a la sociedad actual con el individualismo, las relaciones sociales a través de pantallas y el aumento de la soledad, no siempre es así. El 81,6% de las familias de la comunidad autónoma tiene vecinos con los que habla de forma habitual, 6,1 puntos más que en 2019. Se trata, en seis de cada diez casos, de «conversaciones diarias en la escalera», aunque el 24,2% también se presta ayuda cada día o semanalmente con quienes residen en su bloque. Y quienes no tienen ningún tipo de contacto con sus vecinos se han reducido además de un 34,4% en 2019 a un 26% el pasado año.
Ocho de cada diez hogares tiene, por otro lado, allegados como progenitores o hijos que residen fuera del domicilio. Y las relaciones con ellos son, por lo general, estrechas. El 88,5% las califica de «intensas», con una frecuencia semanal o diaria. Sin embargo, quienes no tienen trato con su familia cercana han aumentado en los últimos años, de un 2,6% a un 3,4%. En nueve de cada diez familias, además, hay relación con amigos, y un 78% están en contacto con estas personas también de manera semanal o diaria.
El 41,2% de las familias vascas percibe que su situación económica ha empeorado en los últimos tres años. Esa cifra, recogida en la Encuesta de Condiciones de Vida publicada este jueves por el Eustat, representa un aumento de casi doce puntos con respecto al último informe, del año 2019. Entre quienes creen que están mejor, también se produjo el pasado año un incremento. El 16% entienden que económicamente están en mejor lugar, 2,5 puntos más que quienes apreciaban una mejoría en su situación en 2019. El resto, casi un 43%, consideran que su nivel de vida es el mismo, no ha variado. Pese a ese empeoramiento de la economía doméstica, los hogares que llegan a final de mes con dificultad han bajado 1,2 puntos con respecto a hace seis años. Eso sí, suponen un 28,7%, casi tres de cada diez. De ahí que no sea extraño que el 26,% defina su situación financiera como mala (17,1 puntos más que en 2019). Tres de cada diez hogares se ha tenido que apretar el cinturón. La mayoría han destinado menos dinero al ocio (77,7%) y a ropa y calzado (56,4%). Además, un 42% refiere que ha limitado su presupuesto para equipamiento del hogar, el mismo porcentaje que ha gastado, a pesar de la inflación, menos dinero en alimentación.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Noticias recomendadas
Ingresan en prisión 6 de los 11 detenidos en la macrooperación antidroga en Bizkaia
Ainhoa de las Heras y Luis Gómez
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.