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macarena tejada
Lunes, 6 de julio 2020
El piloto de helicópteros Haritz Galarraga (San Sebastián, 1972), que trabajó para la Ertzaintza y ETB, murió este lunes en un accidente mientras operaba en el término municipal de La Vansa i Fórnols, en la comarca leridana del Alt Urgell (Lleida). Fuentes próximas a ... la investigación indicaron que el fundador de la empresa Helitrans Pyrinees, radicada en la Seu d'Urgell, pilotaba una aeronave con la que hacía labores de mantenimiento de líneas eléctricas junto a un técnico de Villafranca del Panadés que llevaba poco tiempo en la compañía. El aparato, según los primeros indicios, sufrió un fallo mecánico y se precipitó «muy rápido al suelo, dejando una columna de humo negro; no se enganchó con ningún cable y el cielo estaba muy despejado», apreciaron los tripulantes de un segundo helicóptero que compartía con ellos la tarea. Los dos accidentados fallecieron en el acto.
Protección Civil tuvo conocimiento del siniestro cuando un testigo llamó al teléfono 112 para comunicar que acababa de ver caer un helicóptero y que posteriormente se había incendiado, cerca del paraje de Sant Marc de La Vansa. Inmediatamente se activó la fase de alerta del plan de emergencias Aerocat, que movilizó un helicóptero medicalizado, una unidad terrestre del Sistema de Emergencias Médicas y tres medios aéreos de los Bomberos de la Generalitat, uno de ellos del Grupo de Actuaciones Especiales, que fueron los primeros en llegar al lugar de los hechos. Sofocaron el fuego con extintores para evitar que las llamas se propagaran por la masa forestal cercana, mientras los Mossos d'Esquadra, que desplazaron siete unidades, iniciaban la investigación.
Galarraga, que fundó Helitrans Pyrinees en 2006 y desde entonces se había especializado en el transporte aéreo de estructuras de gran peso, era el encargado de llevar la escultura de la artista Cristina Iglesias al faro de Santa Clara a lo largo de este mismo mes. Ya hizo lo propio en octubre de 2019 con la grúa, dividida en 33 piezas.
Fuentes muy cercanas a Haritz aseguran que «vivía por y para los helicópteros; volaba como un pájaro. Intuía por dónde venía el viento y conocía todos los detalles de su trabajo a la perfección». Desde que, hace casi treinta años, nada más obtener el título, debutó como piloto civil con la Ertzaintza, puesto en el que permaneció alrededor de dos años, no había dejado de volar.
Hijo del prestigioso arquitecto donostiarra Iñaki Galarraga, se embarcó después en el programa de ETB 'Euskal Herria. La mirada mágica', que precisamente perdió a tres trabajadores en un accidente aéreo en Markina en mayo de 2001. También realizó grabaciones a vista de pájaro de la Vuelta Ciclista.
Haritz se mudó posteriormente a Cataluña, donde residía en la actualidad. Empezó realizando trabajos de carga para una empresa y, «al ver que le iba bien», decidió montar su propio negoció. Así surgió Helitrans Pyrinees, especialista en carga externa y en líneas eléctricas, con más de media docena de aparatos en su flota.
Antes del siniestro que acabó este lunes con su vida, había sufrido otro grave accidente en 2015, del que salió ileso. Volvía de realizar unos trabajos junto a otro compañero desde Huércal de Almería en dirección a Lleida y su helicóptero se estrelló cuando sobrevolaba el mar frente a la playa valenciana de Pinedo. En aquella ocasión, tanto él como el otro tripulante consiguieron saltar al agua poco antes del impacto y fueron rescatados por una embarcación de Salvamento Marítimo.
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