
Cuando no existía Wikipedia
EL PISCOLABIS ·
Antes una apuesta duraba días. Ahora segundosjon uriarte
Sábado, 21 de enero 2023, 00:24
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EL PISCOLABIS ·
Antes una apuesta duraba días. Ahora segundosjon uriarte
Sábado, 21 de enero 2023, 00:24
Wikipedia mató la salsa del bar. La que nacía de una conversación banal y acababa con cruce de datos, apuesta de dinero o ronda y ... acuerdo con golpe de mano en la barra. Podía ser por el nombre del director de una película, por los goles marcados en un partido o por los años de un famoso. También estaban los momentos en los que se debatía sobre la diferencia horaria con Australia, el disco más vendido de la Historia o la fecha de la invención de la tostadora. Y como antaño resultaba imposible acceder al dato, la cosa quedaba para la siguiente cita o reunión de amigos. O no. Porque llegó el móvil y lo cambió todo. Ya el misterio era más breve.
Antes de seguir debo contarles la razón del Piscolabis de hoy. Wikipedia ha cumplido 22 años y ha aprovechado para cambiar su imagen. Recuerdo a una becaria que hace 18 años soltó, muy digna, esta frase-Es verdad que ha muerto fulanito. Lo confirma Wikipedia-. A punto estuvo de liarla. Era joven e inexperta y se le perdonó aquello de no contrastar la información. Pero la frase quedó en la memoria compartida. Desde entonces, cada vez que alguien contaba algo o soltaba un chascarrillo, decíamos aquello de «lo confirma Wikipedia». Quién me iba a decir a mí que, décadas después y muchas veces, iba a acabar recurriendo a la popular enciclopedia alternativa. Me consta que carga errores. La biografía de un amigo famoso aparecía con el lugar de nacimiento equivocado. Le costó un mundo cambiarlo. Por eso, tras ir raudo hasta ella busco y rebusco confirmaciones en otras páginas, a poder ser oficiales, para no meter el zanco. Pero no se puede negar que nos ayuda. Sobre todo en el debate simple. El que antes animaba y generaba conversaciones de ocio y que acababa en llamada. Por eso les mencionaba antes al móvil. Pongo dos ejemplos. Uno de cine y otro de música. Empiezo con el celuloide.
Arranque del año 2000. Unos amigos en un bar. Es viernes noche. Copas por medio y una charla sobre las mejores películas para cada uno de los presentes. Alguien dice Blade Runner. Todos confirman que es una de las mejores. Pero la discusión no fue por el puesto que debía ocupar, sino quién la había dirigido. Dos dicen Kubrick y el otro Ridley Scott. Llaman a un amigo cinéfilo. No contesta. El debate crece en tono y apuesta. Uno se juega una ronda, el otro dos y el tercero tres. En esto un cliente, que les escucha desde el fondo de la barra, se acerca y dice que la respuesta correcta es Ridley Scott. Los perdedores no lo aceptan. Así que vuelven a llamar al amigo. Sigue sin contestar. Por lo que lo dejan así. Una semana más tarde, y en el mismo lugar, los tres se citan. Dos pierden, uno gana y vuelta a empezar con otra apuesta.
Paso ahora a otra discusión que viví en persona. Pongamos que eran las 2 de la madrugada y que ese sábado, por lo que sea, le pilló a un servidor en la cama. Suena el móvil. Es un amigo. Me pregunta por la canción del anuncio de una compañía telefónica y quién la canta. Debaten en la sobremesa de la cena sobre el nombre y el grupo.-Come on Eileen de Dexy´s Midnight Runners-respondo. Antes de colgar escucho vítores y abucheos a partes iguales. Sonidos del ayer que hoy no podrían existir. Porque Wikipedia lo cambió todo. También los buscadores, pero hoy hablamos de la famosa enciclopedia creada por los usuarios. A alguien tenemos que culpar y ella se va a comer el marrón. Lo siento. Porque ya no tiene gracia ponerse bravo, un día tonto, defendiendo los años que tiene Tina Turner, cuál fue la primera película de Harrison Ford o quién marcó el primer gol en San Mamés tras girar 45 grados. Porque alguien tirará de móvil y te romperá la magia y la gracia del momento. De hecho nos puede chafar la tarde o la noche completa. Porque una barra, unas copas o una sobremesa larga sin apuesta de dato insustancial, ni es interesante ni merece la pena.
La gracia en esta vida reside en la discusión banal que se torna existencial. Cuando concretar el nombre completo de un famoso resulta tan vital que el mundo se detiene. Mejor dicho se detenía. Ahora, en unos segundos, sabemos sus nombres, dónde fue bautizado y lo que le gusta cenar cuando está fuera de casa. Y todo por culpa de Wikipedia. Por eso, agradezco su labor. Es maravillosa. Y la felicito por su cumpleaños. Pero nos ha robado la gracia tonta de aquellos ratos en los que hacíamos aseveraciones patéticas y apuestas absurdas. Menos mal que todo, no está en internet. Ayer por la noche un amigo nos preguntó-¿Recordáis cómo se llamaba el bar que estaba en esta esquina?-. Eso no lo sabe ni la gente de Internet. Así que hemos quedado, para aclararlo, el viernes que viene.
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