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El río Nervion se ha desbordado a su paso por Basauri pasadas las dos de la mañana de este lunes. Las fuertes lluvias y el deshielo de las nevadas caídas en Orduña han provocado que el cauce haya superado los márgenes en esta localidad vizcaína ... a su paso por el barrio de Ariz. Se da la circunstancia de que en esta zona el Gobierno vasco ha sufragado trabajos para aumentar la profundidad del río y evitar que el agua superase los límites.
La fuerza del agua ha inundado algunos garajes y Protección Civil y Policía Municipal han hecho un llamamiento con altavoces para que los vecinos sacaran sus vehículos de un aparcamiento bajo el campo de fútbol de Soloarte y para que retiraran los coches aparcados junto al cauce en la zona de Mercabilbao, instalación que a esas horas comenzaba a registrar actividad. En este punto de Basauri no se vivía una situación de riesgo de inundación desde las riadas de 1983.
La borrasca Arwen ha dado un nuevo coletazo en forma de numerosos aguaceros tormentosos que obligaron al Gobierno vasco a elevar a la fase de emergencia el plan especial ante el riesgo de posibles inundaciones. La provincia mantiene la cautela, ya que las previsiones del comité de crisis, activado el sábado por el Ejecutivo autónomo para seguir al detalle la evolución de cauces como el Cadagua, que se ha desbordado también esta madrugada a su paso por Balmaseda. De hecho, y ante la continuidad de precipitaciones intensas, la Dirección de Atención de Emergencias decidió prorrogar hasta las tres de esta tarde la alerta naranja. A partir de entonces, según la Agencia Vasca de Meteorología Euskalmet, el tiempo podría empezar a dar una tregua y mejorar, sobre todo ya de cara a mañana. No obstante, la situación seguirá siendo «muy inestable» a lo largo de toda la semana.
Ayer se temían las nevadas de madrugada y, aunque cayeron abundantes copos en zonas altas e incluso se tuvo que cortar temporalmente el tráfico en el puerto de Altube, la red viaria apenas se vio afectada. Las rachas tormentosas provocaron un desprendimiento en la BI-625, a la altura del punto kilométrico 371, en Arrigorriaga, que afectó a un vehículo sin resultar herida ninguna persona, según remarcaron fuentes del Departamento de Seguridad. La carretera quedó cortada en ambos sentidos, lo que obligó a desviar la circulación por la AP-68.
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Durante la madrugada se contabilizaron también 636 rayos en el País Vasco, según datos de Euskalmet. Uno de ellos cayó sobre la iglesia de La Arboleda, causando destrozos en el tejado del pórtico y una sobrecarga eléctrica en el recinto hostelero ubicado en la planta baja.
El servicio foral de Bomberos, por su parte, reforzó ayer el número de efectivos en todos sus parques para atender cualquier incidencia «con garantías», aunque su actividad fue bastante menor que la desplegada durante el sábado. Acudieron a retirar tres árboles caídos en Berango, Getxo y Barakaldo, frente a los 11 de la jornada anterior. Realizaron, además, otras tres salidas como consecuencia de varios desprendimientos de fachadas y tejados ocurridos en Bermeo, Sestao y Lekeitio.
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LORENA GIL | IÑAKI JUEZ
En Bilbao también se produjeron incidentes ocasionados por caídas de cascotes de fachadas sobre la vía pública y la proliferación de balsas de agua. Además, las continuas e intensas tormentas provocaron problemas en el suministro de agua, que anoche dejó temporalmente sin servicio a numerosas viviendas de las calle Autonomía y Alameda Recalde. En el distrito de Indautxu «el chorro» se redujo al máximo, según los vecinos. El temporal afectó, asimismo, a la red eléctrica, ya que varias zonas de Basurto y calles como Sabino Arana quedaron temporalmente sin luz. Portavoces municipales confirmaron que varios equipos técnicos continuaban trabajando a última hora de la noche «en la reparación de la red».
La situación que más preocupaba, en cualquier caso, era la de los cauces de los ríos, aunque no llegó a desbordarse ninguno. Según los datos recogidos por Euskalmet, el Cadagua, que atraviesa la comarca de Las Encartaciones, presentaba las mayores complicaciones, ya que en dos estaciones de medición –Sodupe y Aranguren– bajaba a menos de un metro del nivel rojo que fija el límite. También descendía muy caudaloso el Ibaizabal, por lo que el Ayuntamiento de Galdakao solicitó a los vecinos que retirasen los vehículos aparcados cerca del cauce, sobre todo los emplazados en la zona baja del barrio de Zuazo.
En Álava, la nieve volvió a cubrir de blanco numerosas localidades, incluida la capital. En toda la provincia los problemas se generalizaron en su red viaria. Los accidentes se multiplicaron y se tuvo que proceder al cierre de los puertos de Opakua, Herrera y Zaldiaran. Numerosas localidades sufrieron cortes de luz. Igualmente el temporal causó problemas telefónicos. Los embalses del Zadorra se encontraban ayer al 60% de su capacidad, con casi 15 hectómetros cúbicos más que a principios de semana.
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70,4 litros de lluvia se contabilizaron ayer en Balmaseda, 60,8 en Sodupe y 57,4 en Orozko.
11,5 grados de máxima se registraron en Zierbena a las 20.50 horas y -0,8 en Oiz a las 6.30.
Los pronósticos de Euskalmet prevén para hoy una mejoría. Las precipitaciones pasarán a ser débiles y la cota de nieve ascenderá progresivamente hasta los entre 1.500 y 1.600 metros. Las temperaturas mantendrán el tímido ascenso iniciado ayer. En Bilbao se pueden superar los 12 grados, tres más que ayer.
El alivio meteorológico continuará mañana. Los termómetros podrían alcanzar los 14 grados, desaparecerán las fuertes rachas de viento, cada vez lloverá menos e incluso «pueden verse trozos de cielo despejados», deslizaron los expertos. Pero no conviene animarse demasiado, ya que todo puede truncarse en cuestión de horas, alertaron las mismas fuentes. No se descarta para el miércoles el retorno de los chubascos y algún fenómeno tormentoso, si bien «de carácter aislado».
El jueves, según la Agencia Estatal de meteorología Aemet, volverán a generalizarse las lluvias y la cota de nieve quedará por debajo de los 900 metros, mientras que el viernes, preludio del puente, se situará en los 700. El domingo amanecerá también con nubarrones. En todo caso, el largo periodo festivo transcurrirá bajo una gran inestabilidad atmosférica en este otoño que se ha vestido precipitadamente de invierno.
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