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Euskadi registró en 2021 sus peores datos de natalidad desde 1975, cuando empezó a registrarse este dato a nivel autonómico. El año pasado nacieron 14.257 bebés, lo que supone un retroceso del 3,3% con respecto a 2020, según los datos que ha hecho ... públicos el Eustat. La cifra es preocupante si se tiene en cuenta que consolida una evolución que va claramente a la baja. No obstante, tampoco hay que perder de vista que el pasado ejercicio estuvo mediatizado por la pandemia. La mayoría de las parejas que tuvieron descendencia se quedaron embarazadas en un momento muy difícil, con ERTEs en marcha o en una situación sanitaria terriblemente compleja.
Por territorios, los peores datos los registra, con mucha diferencia, Bizkaia, donde el número de alumbramientos cayó casi un 5% (-4,9%), mientras que en Álava y Gipuzkoa, la natalidad descendió por debajo del 2%.
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Los meses de enero y febrero fueron los que mayor descenso registraron (caídas de hasta el 18%), mientras que el fin de año (noviembre y diciembre) los datos estadísticos de nacimientos se comportaron mejor. Esto podría tener relación precisamente con el Covid-19. Se puede interpretar que, a medida que se deja atrás la pandemia, hay una mayor natalidad. Pero es algo que se tendrá que confirmar en el corto-medio plazo.
En este contexto de baja natalidad también hay que tener en cuenta el plan anunciado el mes pasado por el lehendakari, Iñigo Urkullu, que prevé una ayuda mensual de, al menos, 200 euros por hijo, a partir del año que viene para familias que no superen los 100.000 euros de renta.
Los jóvenes vascos querrían tener dos hijos y emanciparse a los 24 años, según los datos dados a conocer en la sesión del Parlamento vasco celebrada a mediados de mayo para abordar los retos demográficos. Pero la cruda realidad es que la tasa de maternidad es de 1,28 niños por mujer y acaban yéndose de casa pasada la treintena. Expectativas frustradas por motivos fundamentalmente económicos que, de seguir así, tendrán preocupantes consecuencias en nuestro futuro como sociedad. En tres décadas, Euskadi contará con 220.000 personas menos en edad laboral y prácticamente la mitad de su población estará jubilada, lo cual pondrá en jaque la sostenibilidad de políticas sociales como las pensiones. La crisis demográfica es ya, por una cuestión de pura supervivencia, una prioridad política.
Otros datos que desvela la estadística es que el acceso a la maternidad se hace cada vez a una edad más tardía. El 80,7% de las personas que fueron madres en 2021 lo hicieron con 30 años o más. El 1,1% fueron madres adolescentes. Otro detalle: el 27% de las madres son de nacionalidad extranjera. Por último, cabe destacar que el porcentaje de hijos nacidos fuera del matrimonio sigue avanzando y se acerca ya a la mitad del total (48,9%) cuando hace una década rondaba el 35%.
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