Una investigación en la que trabajó durante décadas le permitió confirmar una teoría de Einstein formulada 100 años antes. Barry Barish, (1936, EE UU), demostró la existencia de las ondas gravitacionales, lo que le valió para recibir el Premio Nobel de Física en el año ... 2017. Esta tarde ofrecerá una conferencia plenaria en el Teatro Victoria Eugenia de Donostia, dentro del cuarto festival Passion For Knowledge que organiza el Donostia International Physics Center (DIPC), bajo el título 'De Einstein a las Ondas Gravitacionales'.
- Fue galardonado por sus contribuciones al detector LIGO y la observación de las ondas gravitacionales. ¿En qué consistió ese logro?
- En 1915 Einstein desarrolló su teoría de la relatividad, en la que predijo que los cuerpos del universo podían generar ondas gravitatorias al entrar en contacto. No obstante, esa teoría era muy controvertida y Einstein murió sin que pudiera ser probada. Fue en los años 60 cuando algunos científicos dijeron que esa teoría podría ser real, aunque era muy difícil probarla. En los 80 se empezó a trabajar en LIGO, un observatorio de detección de ondas gravitatorias, y en 1994 la Fundación Nacional de Ciencia de Estados Unidos nos dio la financiación para construirlo. Trabajamos durante 21 años, hasta que en 2015 detectamos ondas gravitacionales por primera vez, que fueron resultado del impacto de dos agujeros negros en el universo.
- Más de dos décadas de trabajo hasta lograr el descubrimiento. ¿Cómo reaccionaron?
- Fueron años de una mezcla de éxitos y fracasos. Sabíamos que lo queríamos demostrar era muy difícil, por eso cada uno reaccionó de una manera distinta. Para muchos fue algo así como '¡Eureka! ¡Lo hemos logrado por fin!', pero en mi caso, fui mucho más prudente. Porque teníamos pánico a que hubiese algún error, o a que alguien nos hubiese colocado un estímulo falso. Después de unas semanas comprobamos que las ondas eran reales, y que tras impactar dos agujeros negros en el universo se expandieron hasta notarse en la Tierra. Un año después, el 11 de febrero de 2016, comunicamos nuestro descubrimiento.
- ¿Cómo fue ese momento?
- Se realizó una gran conferencia de prensa que fue seguida en todo el mundo, y al mismo tiempo yo estaba dando la primera charla científica sobre el tema en Ginebra, en el gran colisionador de Hadrones ubicado en el CERN (Consejo Europeo para la Investigación Nuclear). Para mí, que soy un investigador especializado en la física de particulas, fue muy emocionante poder convencer a tantos colegas científicos de que lo que habíamos conseguido era real.
- Tardaron 100 años en probar la Teoría de la Relatividad de Einstein. ¿Es habitual confirmar teorías tanto tiempo después?
- El otro gran descubrimiento de este siglo, el bosón de Higgs, tardó 60 años en probarse. Pero otras teorías se producen después de realizar un descubrimiento, ya que muchas veces se hallan hitos a nivel experimental que necesitan de una teoría que lo explique. La ciencia es así, va alternando.
Junto a Weiss y Thorne demostró la existencia de las ondas gravitacionales
'Heredero' de Einstein
- Cuando le concedieron el Nobel junto a sus compañeros Rainer Weiss y Kip Thorne, les llamaron 'Los herederos de Einstein'. ¿Qué le resultó más gratificante, el premio o esa denominación?
- La mayor satisfacción fue sin duda el logro científico. El Premio Nobel es un gran reconocimiento, pero el verdadero triunfo es la aportación que nuestro descubrimiento va a realizar a la ciencia. Por eso en mi conferencia no voy a hablar tanto de cómo realizamos nuestro hallazgo, sino de lo que este puede aportar en un futuro.
- ¿Cuando uno gana el premio Nobel llega a la cima de su carrera?
- El Nobel te cambia la vida en muchos aspectos. Ahora la gente me hace entrevistas y me llaman para dar conferencias porque les interesa lo que tengo que decir. Pero mi meta es seguir siempre vinculado a la ciencia. Hemos mejorado tanto la tecnología del LIGO en estos cuatro años que ahora detecta una onda gravitacional a la semana, y en unos años lo hará cada hora. Y no solo de agujeros negros, también de estrellas de neutrones y otros elementos que no puedo mencionar aún.
- ¿Está familiarizado con el desarrollo de la ciencia en Euskadi?
- Para hacer ciencia hace falta dinero. En Euskadi y en el resto de España hay grandes científicos y centros de investigación, pero la inversión de los gobiernos ha sido muy variable e inconsistente. En los 21 años que tardamos en lograr nuestro descubrimiento tuvimos una inversión constante, -se cifra en más de 365 millones de euros-, por lo que aquí hace falta una mayor y mejor inversión en ciencia.
- El Passion For Knowledge pretende acercar la ciencia a la ciudadanía. ¿Cómo se transmite todo su conocimiento al público general?
- El reto es que mi conferencia sea entretenida para todos, sean científicos o no. Es transmitir la importancia de la ciencia en nuestro mundo y lo emocionante que resulta a través de los éxitos.
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