Euskadi baja por primera vez de los 14.000 nacimientos en un año

La falta de relevo generacional es una de las principales preocupaciones de los responsables institucionales, que calculan que para 2050 puede haber un déficit de 400.000 personas en el mercado laboral. De ahí que se cuente con una estrategia de reto demográfico, «un reto de primera magnitud», en palabras de Iñigo Urkullu, gestionada directamente desde Lehendakaritza. La intención es elevar de 1,28 niños por madre a 1,5 la tasa en un periodo de siete años, antes de 2030. Sin embargo, el pasado ejercicio caminó en la misma línea descendente de los anteriores. Según el Eustat, esa caída media del 4,5% fue especialmente acusada en Gipuzkoa, donde hubo un 8,7% menos de alumbramientos. En Álava la disminución fue del 4,3% y en Bizkaia apenas del 1,6%.

El órgano estadístico todavía no ha dado a conocer el balance completo del 2022, un año en el que las medidas de impulso a la natalidad ocuparon buena parte de la agenda política. El plan de choque aprobado por el Ejecutivo autonómico incluye algunas actuaciones que ya se están empezando a aplicar en este 2023, como por ejemplo la ayuda de 200 euros al mes por hijo hasta los tres años. El plazo de solicitud se abrió el pasado marzo y, en algo más de mes y medio, la pidieron 42.530 familias. El próximo curso, además, las haurreskolak serán gratuitas en la etapa de 0-2 años.

Para favorecer los nacimientos, en el Gobierno vasco entienden que es vital que la gente «pueda tener los hijos que quiera y cuando quiera». Así lo ha expresado en varios momentos Jonan Fernández, secretario de Transición Social y Agenda 2030. Y la elevada edad de emancipación juega en contra de la natalidad. La media vasca es de 30,2 años, cuatro más que la europea, y el objetivo es situarla por debajo de los 28 en 2030.

Uno de los programas estrella para conseguirlo es la ayuda de 300 euros al mes para el alquiler que entrará en vigor el próximo año, dirigida a jóvenes de entre 25 y 29 años con una renta inferior a los 28.000 euros.

Porque el retraso en salir de casa es uno de los factores que afecta a los alumbramientos. Los datos del cuarto trimestre de 2022 confirman que, período tras período, la edad de las madres es más alta. Casi el 80% de las mujeres que dieron a luz entre octubre y diciembre tenían más de 30 años. Las que contaban con más de 40 casi duplicaban a las que estaban por debajo de los 25 (12,8% frente a 7,3%).

La edad media de llegada a la maternidad, de hecho, se situó en 34,7 años en las mujeres de nacionalidad española y en 31,1 en las extranjeras, que pese a su menor peso población protagonizan una parte importante de los partos. En el cuarto trimestre, el 30,6% de quienes tuvieron un hijo en Euskadi procedían de otro país.