Los españoles que cobran la RGI duplican a los extranjeros

Los datos, en bruto, son 39.073 frente a 19.857, lo que pone sobre la mesa una realidad que tanto administraciones públicas como entidades sociales vienen defendiendo desde hace varios años: el grueso de quienes perciben apoyo económico público en Euskadi son personas nacidas en la comunidad autónoma o en otras limítrofes. Precisamente por esa razón, para frenar el avance de los discursos xenófobos que vinculan inmigrantes y ayudas sociales, hace un par de años que Lanbide dejó de ofrecer información sobre la RGI desagregada por nacionalidades.

El origen de los titulares lo ha dado a conocer el consejero de Economía, Trabajo y Empleo, Mikel Torres, en un documento remitido al Parlamento vasco a petición de Vox. Es cierto que la población procedente de otros países es inferior a la autóctona, aunque suponga ya un 13,5%, 300.000 personas. Sin embargo, sus redes de apoyo no están tan afianzadas, desconocen el idioma y carecen de un empleo -e incluso de residencia legal- para procurarse unos ingresos suficientes para subsistir.

La documentación enviada al Legislativo por el vicelehendakari segundo recoge en ese sentido que el 63% de los extranjeros que reciben la prestación están en paro (12.564, de los que 9.118 tienen regularizada la residencia). En el caso de las personas de origen nacional, el porcentaje de desempleados se reduce a un 38,3% (14.975 perceptores), ya que en este colectivo hay un peso importante de los ciudadanos exentos de trabajar, los que tienen un empleo mal pagado y los pensionistas.

Pese a que la falta de ocupación afecta más a personas de otros países, la necesidad de mano de obra en algunos sectores como la construcción, y otros más precarizados como la hostelería y los cuidados, ha derivado en un mayor porcentaje de salida de la prestación entre los extranjeros. Entre el 1 de enero de 2023 y julio de este año, y aunque son menos titulares de la RGI, extinguieron la prestación porque encontraron un empleo 1.740 personas nacidas en otros países, casi el mismo número que nacionales (1.888).

Lo que también refleja el informe es que los titulares extranjeros pasan menos tiempo cobrando la RGI que los españoles. Mientras el 46% de los perceptores procedentes de otros países reciben la renta durante más de dos años, en el caso de las personas con nacionalidad española el porcentaje se eleva al 65%.

Torres detalla asimismo en el escrito, fechado el miércoles, que «todas las personas perceptoras de prestaciones tienen una persona profesional de referencia en Lanbide, que les acompaña, orienta y apoya en su itinerario personalizado de empleo». Estos trabajadores, además de realizar un diagnóstico inicial de la situación laboral, formativa y personal del solicitante, diseñan un PIPEI (Programa Integrado y Personal de Inclusión), que marca unos objetivos y un conjunto de acciones «con el fin de mejorar la empleabilidad y facilitar el acceso al mercado laboral».