España, un país de curiosos récords

Esos son algunas de las proezas del año pasado que recoge la edición de 2020 del libro Guinness de los Récords, a la venta desde la semana pasada. En total, quince hitos nacionales destacaron a nivel mundial. Todo un logro si se tiene en cuenta que la organización recibe unas cien solicitudes diarias.

En Madrid se colgó de la fachada del hotel Riu, en la plaza de España, el anuncio más grande del mundo. La lona, que exhibía publicidad de una empresa de telefonía móvil, ocupó una superficie de 5.672 metros cuadrados. Fue en junio. Unos meses más tarde, en octubre, el Museo de Vestits de Paper de Mollerussa (Lleida) reunió una colección de 325 obras de papel a tamaño natural. En la otra punta, Granada logró aglutinar al mayor conjunto de instrumentos de viento: 500 músicos tocaron sus oboes, fagots y cornos.

La publicación también recoge la gesta de David Robles. Se propuso subir y bajar continuamente los 424 escalones del World Trade Center de Zaragoza durante una hora. Lo hizo en 18 ocasiones, lo que le otorgó el récord tras ascender una altura equivalente a 1.227 metros. David Aguilar, de 19 años, en cambio, tiró de ingenio. Nació sin antebrazo por una alteración congénita y se fabricó él mismo una prótesis con piezas de Lego.