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Trabajadores de una planta tailandesa de envasado de gambas, donde son habituales las jornadas interminables. reuters
Esclavos de la gamba
La cocina política

Esclavos de la gamba

La explotación de los trabajadores en la extracción y el envasado de marisco es un mal endémico en el Sudeste asiático. La presión de la prensa y las ONG busca aliviarla

Martes, 23 de julio 2019, 00:19

La próxima vez que compre gambas, langostinos, o cualquier otro tipo de marisco congelado, fíjese en su procedencia. Puede que haya sido pescado en el Sudeste asiático. En ese caso, sobre todo si el país de origen es Tailandia, cabe la posibilidad de que se ... vaya a comer el producto de trabajo esclavo. Porque ese empaquetado divertido en el que luce el dibujo de una gamba sonriente puede esconder una realidad muy oscura de tráfico de personas y trabajos forzados.

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