«Entiendo que la Iglesia se sienta atacada, pero tiene que hacer su trabajo»

- Entonces, ¿qué reparación pueden tener?

- Se necesita una reparación simbólica, reconocer que esto no tenía que haber ocurrido, que se pongan las condiciones para que no vuelva a pasar...

- ¿Y a nivel económico?

- Es un tema muy sensible porque el dinero puede dar la sensación de que es lo que valía ese daño, y no. Pero es una manera muy legítima y necesaria porque las víctimas siguen teniendo que hacer frente a terapias.

- También hay procesos de justicia restaurativa.

- Hay víctimas interesadas no tanto en reunirse con el autor sino con el representante actual de la orden. Y algunas órdenes lo están haciendo muy bien, tienen ese coraje y compromiso en reparar a las víctimas y en ponerse en primera línea de la prevención.

- La Iglesia dice que se pone el foco en ellos, cuando los abusos se dan también en otros contextos.

- La Iglesia tiene que hacer su trabajo. No puede escudarse en eso. Y algunas órdenes y diócesis están trabajando.

- ¿Y qué están haciendo las diócesis vascas?

- Ha destacado la de Bilbao, y algunas órdenes religiosas vascas, pero vamos a decir que, en el conjunto, falta información.

- En 2013 el IVAC hizo uno de los primeros estudios sobre la pederastia en la Iglesia. ¿Qué ha cambiado?

- Para las víctimas ha cambiado mucho. Lo que no ha cambiado demasiado es la colaboración de la Iglesia. La sociedad no entiende muy bien esa idea del secreto de los archivos.

- A la Conferencia Episcopal no le gustó la extrapolación que elevaba a 440.000 las víctimas.

- Entiendo que se sientan atacados, pero es un estudio científico en el que participaron las personas más solventes. Estas extrapolaciones son muy comunes en encuestas de victimización. Nunca he visto a la Iglesia diciendo que son falsos los datos de la UE y el Consejo de Europa, que también hacen extrapolaciones en abusos sexuales.