Uno de los seis fallecidos en Sevilla es un guardia civil de Barakaldo que hoy cumplía 37 años

El siniestro tuvo lugar de madrugada, sobre las 04.40 horas, entre Los Palacios y Villafranca. Allí se había establecido un control de drogas «debidamente señalizado», según explicó el subdelegado del Gobierno en Sevilla, Francisco Toscano Rodero. Al aproximarse al punto donde estaba instalado el operativo, el conductor de un camión cargado con productos hortofrutícolas realizó una maniobra «brusca», como «un frenazo o un volantazo», con un desplazamiento hacia el arcén. En su trayectoria se llevó por delante tres vehículos oficiales de la Guardia Civil y dos turismos particulares.

Tanto el conductor del camión como su acompañante resultaron ilesos. El hombre al volante dio negativo en el control de alcohol y drogas, si bien fue detenido debido a la gravedad del siniestro. Horas después, el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número uno de Utrera decretó para él prisión provisional, comunicada y sin fianza. Inicialmente se le atribuyen seis presuntos delitos de homicidio por imprudencia y tres delitos de lesiones graves por imprudencia.

El subdelegado reiteró que todo indica que la tragedia se debió a «causas accidentales», aludiendo a «una distracción, un destello o un despiste» del chófer. En este sentido, el comandante Rafael Jiménez Onetti explicó a los medios de comunicación que se investiga la posibilidad de «una somnolencia o una falta de atención» del camionero como posibles causas del siniestro.

Sus compañeros en el instituto armado definen a quienes componen los GAR como «personas de otra pasta». Equipos que se distribuyen por todo el territorio y que acuden «a los lugares en los que se necesita su intervención». El Grupo de Acción Rápida nació a finales de los años 70 del siglo pasado para combatir el terrorismo de ETA y tras el final de las acciones de la banda, fue redirigido a la lucha contra el narcotráfico y para misiones internacionales.

17 guardias en el control

De hecho, el Grupo de Vitoria permanece en Cádiz desplegado para hacer frente al narcotráfico, el mismo equipo al que pertenecía uno de los agente asesinados en Barbate al ser arrollados por una narcolancha en febrero. Precisamente el control de carretera en el que se ha producido la tragedia estaba destinado a interceptar drogas y se había ubicado en la autopista que conecta Sevilla con la provincia de Cádiz, una de las vías más utilizadas por los narcotraficantes para trasladar mercancía ilegal. En él tomaban parte 17 efectivos, «más del doble» del mínimo de ocho que marca el protocolo del instituto armado para este tipo de dispositivos. Así lo confirmó el subdelegado del Gobierno en Sevilla, Francisco Toscano Rodero.

En su intervención confirmó la identidad de los dos agentes fallecidos, y detalló que los cuatro civiles muertos son un vecino de Dos Hermanas (Sevilla), un vecino de Barbate, un ciudadano de Ceuta y un hombre de nacionalidad extranjera (un ciudadano originario de El Magreb que habría pasado por Bizkaia según algunas fuentes). Además, Rodero informó de que los cinco heridos son miembros de la Guardia Civil. Dos de ellos sufrieron lesiones leves y acudieron a centros sanitarios por sus propios medios, mientras que otros tres «revisten más gravedad» y se encuentran ingresados en centros hospitalarios.

El agente con peor pronóstico sufre un neumotórax bilateral y otros traumatismos y permanece ingresado en el hospital Virgen del Rocío. Los otros dos presentan fracturas en las extremidades, además de lesiones en el páncreas y el hígado.