El encanto de las aventuras peligrosas para los multimillonarios

Entre las cinco pasajeros del Titán desaparecido se encuentran dos multimillonarios: Hamish Harding, un hombre de negocios de 58 años que hizo su fortuna vendiendo aviones y tiene tres récords Guinness por viajes extremos anteriores, y el empresario pakistaní radicado en Gran Bretaña Shahzada Dawood, de 48 años, quien está a bordo con su hijo Sulaiman, de 19.

No es el primer viaje de Harding al fondo de los mares. Ya ha estado en el punto más profundo de los océanos, la Fosa de las Marianas, una profundidad de unos 10.925 metros en el océano Pacífico. El multimillonario británico, afincado en Dubai, también ha subido a lo más alto. El año pasado, fue una de las seis personas que bordo del quinto vuelo humano del cohete 'Blue Origin New Shepard', de Jeff Bezos, que alcanzó una altura de 107 kilómetros sobre la tierra.

El pasaje en el Titán para poder ver los restos del Titanic cuesta 250.,000 dólares. La aventura está organizada por Oceangate, una empresa de turismo de exploración fundada y dirigida por Stockton Rush, un multimillonario estadounidense que también figura entre los desaparecidos, al igual que Paul Henri Nargeolet, el buzo de aguas profundas francés que ha visitado el lugar del naufragio más de 30 veces.

Un anuncio de video para el viaje del Titan asegura que «este no es un viaje emocionante para los turistas, es mucho más, es una experiencia única de ocho días». Aaron Newman, un empresario de seguridad de software que ha estado en una inmersión previa con Oceangate, ya dijo en su día que «no es un paseo en Disney. Hay mucho riesgo y muchos desafíos».

Un viaje al espacio cuesta aún más. El precio de dos billetes en un vuelo del cohete Blue Origin es de 2,5 millones de dólares. La compañía de turismo espacial de Richard Branson, Virgin Galactic, ya ha vendido más de 800 pasajes a 450.000 dólares cada uno a personas que quieren sobrevolar la Tierra a 80 kilómetros de altura y experimentar apenas unos minutos la gravedad cero.

La aventura extrema de lujo, sea donde sea, tiene precios astronómicos. Patrick Woodhead, un explorador polar que ha batido varios récords mundiales, creó White Desert Antarctica para llevar a clientes adinerados en viajes de lujo al polo sur con un costo de hasta 98.500 dólares por persona.

El alpinista Garrett Madison dirige viajes al Everest a un costo de 93.500 dólares. Presume de que a 8.000 metros pueden disfrutar de duchas calientes y un chef de clase mundial cocinando un buen chuletón.

• Temas
• Jeff Bezos