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J. M.
Martes, 30 de enero 2024, 14:13
El 16%. Ese era el porcentaje fatal por debajo del cual Cataluña activaría el plan de emergencias por sequía. Y el día ha llegado. La reserva hídrica de los embalses de las cuencas internas catalanas, los que abastecen a Barcelona y toda su área metropolitana, ... y a parte de Girona, han caído por debajo del 16%. Se han desplomado al 15,8%, según el boletín que este martes ha publicado el Ministerio de Transición Ecológica (Miteco).
Hasta ahora, los municipios que dependen del abastecimiento de esta cuenca se encontraban en estado de preemergencia, pero con la nueva fase de emergencia los consumos de agua se tendrán que limitar aún más, concretamente a un máximo de 200 litros por habitante y día. Está previsto que las restricciones, que también afectarán al riego de jardines y a los usos agrícola, industrial y lúdico del agua, se empiecen a aplicar a partir de este jueves. Ese día se reunirá de manera extraordinaria la Comisión Interdepartamental de la Sequía del Govern para evaluar la situación y decretar, con toda probabilidad, el estado de emergencia. Las restricciones en el suministro afectarán a 200 municipios del área metropolitana de Barcelona y parte de la provincia de Girona, donde residen seis millones de personas.
Hace una semana, los embalses de estas cuencas internas de Cataluña ya se encontraban en el mínimo histórico del 16,2% y en estos últimos siete días han seguido perdiendo agua hasta bajar al 15,8%. Sólo acumulan 107 hectómetros cúbicos de su capacidad total de 677 Hm3. Hace un año estaban casi al 30%, mientras que su media de la última década era del 70%, lo que indica la gravedad de la sequía por la que están atravesando.
La dramática realidad de las cuencas internas catalanas contrasta con la situación conjunta de los pantanos peninsulares, que por segunda semana consecutiva han vuelto a subir ligeramente (esta vez 0,3 puntos porcentuales), hasta situarse en el 50,8% de su capacidad total, con 28.476 hectómetros cúbicos. Con todo, siguen almacenando algo menos agua que hace un año (51,3%) y que la media de los últimos diez años (56,8%).
Los pantanos andaluces, otra comunidad que lleva tres años bajo el yugo de la sequía, han subido ligeramente, y se encuentran al 22,18%, una cantidad insuficiente que no ha podido evitar que Andalucía aprobara este pasado lunes su cuarto decreto contra la sequía, dotado con 200 millones de euros en ayudas a los sectores agrícolas más afectados y a los municipios con problemas de abastecimiento.
Junto a las cuencas internas catalanas, las que almacenan menos agua de la península son las del Guadalete-Barbate (14,6%); Segura (18%); Mediterráneas andaluzas (18,3%); Guadalquivir (21,3%); Guadiana (32,85), y Júcar (48%).
Por encima del 50% se encuentran las cuencas hidrográficas de Galicia Costa (88,5%); del Cantábrico Oriental (87,7%); las Cuencas internas del País Vasco (85,7%); Miño-Sil (82%); el Cantábrico Occidental (81,2%); Tinto, Odiel y Piedras (70,7%); Tajo (69,1%); Duero, (67,2%) y Ebro (64,4).
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