De entrada, una entrevista con un doctor en Física especializado en el campo de la computación cuántica -todo lo que tiene que ver con la materia a nivel atómico- es material casi inflamable, de difícil manejo. ¿Cómo hacer atractivo al lector algo que roza lo incomprensible? Por suerte, Román Orús (Barcelona, 1979) no es un físico al uso. Profesor Ikerbasque en el Donostia International Physics Center (DIPC), le gustan las «ideas locas» como crear modelos capaces de predecir los resultados electorales o intentar adelantarse a la próxima crisis económica. El experto recibió este miércoles en Madrid el Premio Física, Innovación y Tecnología de la Real Sociedad Española de Física y la Fundación BBVA. En 2019 fundó Multiverse, la start-up de sofware cuántico más grande del mundo con 150 empleados. Uno de sus objetivos es conseguir que ChatGPT no gaste tanta energía. Una consulta consume diez veces más que una pregunta 'normal' a Google.
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- Dice que le gustan las «ideas locas» y las «charlas prohibidas».
- Como científico, está muy bien ser un gran especialista en tu campo, pero como me dijo un amigo, de vez en cuando tienes que ir a charlas prohibidas, charlas que no son de tu tema, de cosas completamente locas. Ahí es cuando te viene más la creatividad. A la creatividad hay que provocarla.
- Entre estas 'locuras' está predecir los resultados electorales. ¿Se podía predecir la victoria de Trump?
- Se puede hacer de muchas maneras. Básicamente es un problema de optimización. Hicimos un pequeño modelo con datos de Twitter -los 'likes', a quién se comenta…-, elaboramos una encuesta y pudimos adelantar el resultado. La gente está muy influenciada por sus entornos en redes sociales. Si lo haces a gran escala, puedes predecir unas elecciones. Ya se está haciendo.
- ¿Y la próxima crisis económica? Parece difícil de prever. La primera burbuja económica de la historia estalló en el siglo XVII por algo tan extraño como el precio de los tulipanes.
- Efectivamente. Leí un artículo donde describían un modelo macroeconómico como un problema de optimización que se podía solucionar con tecnologías cuánticas. ¿Que cuándo llegará la próxima crisis? No tengo ni idea porque mi modelo era muy sencillo, como de juguete, y en los modelos reales entran muchísimas variables que en algún instante alguien tendrá que sentarse y escribirlas.
- Otro de sus objetivos es conseguir que los sistemas de Inteligencia Artificial consuman menos. Las tecnológicas están incluso reactivando plantas nucleares.
- Ese es el gran problema de la Inteligencia Artificial, que tiene unos consumos energéticos descomunales. Entrenar a ChatGPT-4 costó 100 millones de dólares a Open AI en facturas de la luz. Y con ChatGPT-5 se habla de un billón. No puede seguir así. Si quieres tener esta tecnología en todas partes, vamos a quemar el planeta en un fin de semana solo con preguntas a Chat GPT.
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- ¿Y qué solución tiene?
- La tecnología cuántica ofrece una forma de mejorar su eficiencia. Un ordenador cuántico consume muchísimo menos que uno convencional. Además, puede mejorar hasta un 90 o un 95% la eficiencia del algoritmo manteniendo la precisión. Un cerebro humano es mucho más potente que ChatGPT y no necesita una central nuclear al lado para aprender a hablar. Estamos haciendo algo realmente muy mal.
- El año que viene tendremos un ordenador cuántico en Euskadi. ¿Qué se puede hacer ahora mismo con ellos?
- Todavía son prototipos. Hay cuatro o cinco modelos prometedores con superconductores, trampas de iones, fotónica... No está claro cuál acabará imponiéndose. (Para entenderlo, es una situación similar a lo que pasó hace años con los el VHS y el Beta con las cintas de vídeo). Ahora todavía no podemos hackear todas las redes de ciberseguridad, pero sí hacer algunas cosas relacionadas con la industria, las finanzas o la química.
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- Parece usted un hombre del Renacimiento: doctor en Física, experto en cuántica, fundador de una empresa líder en su campo, toca la guitarra, juega a videojuegos, bucea...
- (Risas). No lo sé, yo soy físico principalmente, lo que pasa es que tengo una curiosidad innata, me gustan muchas cosas. La música y los videojuegos son aficiones que he tenido toda mi vida. Tengo una bonita colección de consolas en casa, las que tenía de adolescente y algunas de las que van saliendo. Me gustan especialmente los juegos de mundo abierto, como el 'Zelda' o el 'Horizon Zero Dawn'. Pero de vez en cuando, cuando me tengo que desestresar, el 'Call of Duty' va muy bien también.
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