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En coche, autobús, autocaravana y algunos valientes hasta en bicicleta a pesar del intenso calor llegaron ayer desde muchos puntos de Euskadi hasta Labastida. Todos con un objetivo común: disfrutar de la fiesta de la Escuela Pública Vasca por todo lo alto acompañados de amigos.
«¡Dos años después teníamos muchísimas ganas!», confesaba Marian Herrero, acompañada de las pequeñas Laia y Ane. Habían viajado desde Durango porque no querían perderse la celebración y para reivindicar un sistema público «y abierto a todos. Con unos valores como la integración de diferentes culturas que tenemos que seguir defendiendo», reflexionaba la madre mientras las txikis corrían de un lado para otro en una de las carpas habilitadas para juegos infantiles.
Junto a los castillos hinchables y las camas elásticas, el toro mecánico se convirtió ayer en una de las atracciones con más éxito. En la larga fila para poder acceder a la atracción esperaba Nerea con su padre. «Venimos de Vitoria con un grupo bastante grande de amigos de la ikastola. Nos hemos traído bocatas y mucha agua, con la intención de pasar aquí todo el día y de disfrutar», explicaba Aitor Salcedo. Las botellas de agua fría se convirtieron ayer en un imprescindible durante una jornada en la que se rozaron los 27 grados y en la que el sol no dejó de brillar.
Muchos buscaban la sombra, de lo más cotizada, minutos antes de que arrancara el espectáculo 'Kuikui' de los payasos Pirritx, Porrotx eta Marimots, uno de los platos fuertes de la jornada. Los coloridos personajes arrancaron las risas de mayores y pequeños, algunos de ellos sin soltar durante todo el 'show' los peluches de sus payasos favoritos. A pocos metros, los más mayores daban rienda suelta a su creatividad en un taller de 'tote bags' en el que podían elegir sus propias telas.
Julen y Aritz, compañeros de pupitre en Bilbao, prefirieron participar en un taller de alimentación saludable en el que aprendieron sobre la importancia de comer frutas y verduras cada día. «Después vamos a ir a los hinchables y a los juegos en la pantalla», anunciaban emocionados. Y para reponer fuerzas no podían faltar las degustaciones gastronómicas. La paella, las hamburguesas con Eusko Label y la parrillada de verduras completaron un menú cuyos beneficios se destinarán a la ONG Mukwano Lagun.
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