Tejerina incendia la precampaña al cuestionar el nivel educativo en Andalucía

El revuelo fue inmediato. «No compartimos las palabras de Isabel García Tejerina -salió al paso en Twitter el candidato y líder del PP en el territorio, Juanma Moreno-. Los niños y profesores andaluces son de diez, sólo les falta un Gobierno a su altura». En el Congreso no hubo tampoco forma de sostener la declaración. Tirando de diplomacia, el excoordinador general del partido, Fernando Martínez-Maillo, intentó explicar que Castilla y León aparece en los informes de PISA «incluso por encima de Finlandia o Alemania en cuestiones como lectura o matemáticas» y dedujo que a eso podía referirse la exministra.

La reacción de rechazo rotundo de la presidenta de la Junta andaluza, Susana Díaz, obligó, en todo caso, a la dirección nacional a girar el foco de atención. El presidente del PP, Pablo Casado, cargó contra la gestión del PSOE en la comunidad y pidió no «confundir» la palabras de García Tejerina: «Menos victimismo, menos corrupción y más eficacia». También el secretario general, Teodoro García Egea, reprochó al Ejecutivo regional «gastar más en prostitución que en educación». Pero la propia Tejerina se vio obligada a matizar. «El problema -añadió- radica en 40 años de gestión ineficaz del PSOE».

 La cúpula cerró filas. Lo mismo hizo con Montserrat después de que en el pleno del miércoles mezclara en una pregunta varias ideas hasta provocar el desconcierto de la bancada popular. Subió el volumen del runrún interno sobre si su elección como portavoz fue o no acertada. Pero en Génova ni se plantean un relevo. Enmarcaron su intervención en el contexto de «un mal día». Y, eso sí, asumieron que la dirección también necesita su rodaje.