Los sobresalientes en Bachillerato se duplican en los últimos seis años

En concreto, un 27,95% del alumnado vasco que aprobó Bachillerato en centros concertados en el curso 2020/2021 lo hizo con una calificación entre el 9 y el 10, frente al 15,16% seis años antes -uno de cada casi siete aprobados-. Los institutos públicos también han doblado prácticamente los graduados con la nota más alta, al pasar de 11,35% al 27,95% durante ese sexenio desde 2015, cuando arrancó la estadística anual del Sistema Integrado de Información Universitaria (SIIU), coparticipado por el Ministerio de Educación, las universidades nacionales y las comunidades autónomas.

El caso del País Vasco no es único, también se da en la mayoría de autonomías. De hecho, la media estatal es algo superior a la vasca. En los centros concertados, las notas altas han crecido de un 15,5% a un 29,51%, y en los públicos de un 12,75% a un 22,89%. Llama la atención el mayor desequilibrio de Navarra, donde sus institutos públicos casi han doblado de un pobre 6,81% a un 11,96% y los concertados se han disparado de un 8,64% a un 23,50%, casi el triple en seis años.

El ligero desfase de sobresalientes entre el sistema educativo público y el concertado se iguala en la nota media con la que se supera la EBAU, que en Euskadi osciló entre el 7,24 (público) y el 7,29 (concertado), algo mejor que la media estatal, de 6,94 y 7,29. Son notas también superiores a 2015.

Los expertos consultados niegan que la mayor excelencia en los expedientes en la red concertada se deba a que se 'regalen' los sobresalientes o se hinchen las notas para mejorar el prestigio del centro. Así, Maite Álvarez, directora de bachiller de Summa Aldapeta, apunta que «en nuestro caso la nota media en Bachillerato es algo superior a la media vasca», pero concuerda luego con la nota de Selectividad, «también algo más alta». Desde el instituto Peñaflorida, su director, José Javier Huerta, señala que «puede que un profesor suba la nota de un alumno a título individiual, pero no es algo general». Tampoco ve una razón única de esta mejoría. «El nivel de exigencia no ha variado, y en el centro llevamos años recalcando al alumnado desde 4º de ESO que a partir del curso siguiente importa cada nota desde la primera evaluación».

Álvarez apunta a la mejoría general de todas las calificaciones, ya que «en 1999 aprobaba solo un 75% y ahora ronda el 95% tras una lenta progresión». Sin embargo, sí concede «una mayor presión en las notas más altas».