Un niño vasco estudia en casa durante el actual confinamiento. pankra nieto

En el mismo sitio, sin agobios y olvidar las notas

La federación de familias de la escuela pública pone a disposición de los padres una guíapara apoyar a sus hijos en las tareas escolares

Martes, 14 de abril 2020, 01:56

El encierro de los escolares en casa va para largo. Aunque el Departamento de Educación no descarta que los alumnos puedan volver a las aulas de forma progresiva antes de fin de curso si la pandemia lo permite, aún quedan varias semanas para ese escenario. ... Una reciente encuesta para evaluar la situación de las familias durante el confinamiento realizada por la agrupación de padres y madres de la escuela pública vasca, Ehige, revela que una de sus mayores preocupaciones es «cómo ayudar a sus hijos con las actividades educativas».

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Ehige ha puesto a disposición de las familias una guía elaborada por un colectivo de expertos en pedagogía para apoyar a los hogares convertidos en escuelas a distancia. «No hay fórmulas mágicas, pero sí podemos ayudar muy bien a los escolares», señalan.

Empezar con las tareas todos los días a la misma hora

Para los padres es un gran cambio que los hijos estudien en casa pero para los niños también. No es fácil adaptarse. Hay que establecer unas rutinas y ayudarles a cumplirlas. Es importante empezar a diario a la misma hora. Después del desayuno se puede preparar el material y dedicar 45 minutos al estudio y hacer un descanso. El número de sesiones dependerá de la edad.

Siempre en el mismo sitio, aunque sean varios niños

Debe ser siempre en el mismo sitio y adecuarlo para el estudio. No importa que sea una habitación individual o compartida pero que los chavales estudien en el mismo lugar todos los días y se diferencie del espacio de juego.

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Fijar un tiempo paracada tarea o asignatura

Hay que ordenar las tareas que se van a hacer y fijar un tiempo para cada materia y para cada trabajo concreto. Si los niños son pequeños tendremos que ayudarles a marcar esos horarios y cumplirlos. No se trata de estar toda la mañana sentados delante de un ordenador o del libro.

Una encuesta entre familias durante el encierro muestra su preocupación por no poder ayudar a sus hijos

No estar encima, en lugar de ayudar les obstaculizamos

Todos los días hay que sentarse con ellos y preguntarles qué tienen que hacer, para lo que contamos con la información que han mandado los profesores. Una vez se han organizado, no debemos estar todo el tiempo encima. No es conveniente porque interesa que cada vez sean más autónomos y ellos necesitan aprender a organizarse, a buscar información. Más que ayudarles les estaríamos obstaculizando.

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El profesor marca el tiempo de lectura, escritura...

La comunicación con los profesores es clave. Deben indicar a los padres cuáles son los objetivos, cuánto tiempo deben dedicar al estudio, a la lectura, la escritura..., así como cuáles son las tareas que han enviado a casa y el modo para de hablar con ellos para aclarar conceptos.

Dudas con las materias impartidas en euskera

Ante un ejercicio o materia impartida en euskera que no entienden, hay que pedirles que lo traduzcan al castellano. Se pueden utilizar traductores en www. modela.eus o www. euskadi.eus. Si los padres tienen conocimientos suficientes, se lo pueden explicar en castellano. Lo importante es que el escolar lo entienda. Si es un trabajo que deben desarrollar, la labor del adulto es ayudar a buscar información, poner a su disposición el material y hablar sobre el tema. En ningún caso hacérselo.

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Los padres no son profesores, fuera agobios

En el caso de que no se sepa cómo ayudarles no hay que agobiarse. Los padres no son profesores y no tienen por qué saber de todas las materias. Hay que mostrar interés, pedirles que hagan la tarea lo mejor que puedan aunque no la hagan correctamente. El profesor la corregirá y le dará a su alumno las explicaciones necesarias.

Quitar importancia a las notas y dársela a los hábitos

Es un buen momento para quitar importancia a las notas y centrarnos en los hábitos de estudio, en el proceso. Si los padres solo se preocupan de los resultados y ven que en alguna materia no pueden ayudar a su hijo será muy frustrante. Lo importante es centrase en crear hábitos, en que aprendan a estudiar. Es la mejor labor que puede hacer la familia.

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Ser constantes pero flexibles y felicitarles por sus logros

Hay que ser constantes pero flexibles y entender las actitudes de los niños. Es posible que todos los días no se puedan cumplir las pautas pero poco a poco ser verán los logros. Hay que felicitarles no por los resultados sino por el esfuerzo que hacen: si han mostrado interés, si han aprovechado el tiempo, si van mejorando hábitos. Animarlos les motiva mucho.

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