Los sindicatos mantienen la huelga en la concertada pese a sus diferencias

El punto más destacado de la propuesta de la patronal es la equiparación salarial de los trabajadores con los empleados de la escuela pública para 2027. Kristau Eskola asegura que esto supondría un incremento en el sueldo de casi el 20% para el personal de Primaria y del 18% para el de Secundaria.

Según las fuentes consultadas, este punto es el que más diferencias ha provocado entre los sindicatos (aunque no es el único), hasta el punto de que, por primera vez, las cinco centrales no han firmado el comunicado conjunto tras la reunión. LAB y UGT consideran que la propuesta es una «buena base» desde la que negociar. La primera valora «positivamente» la propuesta de Kristau Eskola y UGT aprecia «tímidos avances», aunque los consideran «insuficientes» para desconvocar los paros. Ven posible alcanzar un acuerdo con Kristau Eskola y Aice-Izea si se «profundiza» en algunas otras cuestiones. Hay que recordar que ambos sindicatos firmaron el pasado verano un documento con el Departamento de Educación que preveía la equiparación salarial entre ambas redes.

Por su parte, ELA, Steilas y CC OO sostienen que lo que las patronales han puesto sobre la mesa «no responde» a sus reivindicaciones. Julen Llanos (CC OO) explica a este periódico que «la negociación es entre los trabajadores y las empresas y no tiene sentido situarla en unos márgenes ajenos a esta relación», como sería el caso de una eventual equiparación con los trabajadores de la pública. Además, demandan que se concreten primero las subidas salariales relativas a los años 2022, 2023 y 2024 y que se garantice el poder adquisitivo perdido desde que expiró el anterior convenio, en 2021 (algo en lo que concuerdan LAB y UGT). Las tres centrales sindicales aseguran que deben recibir una propuesta «con contenidos» antes de decidir si acuden a la reunión del martes.

«Llevamos ya quince encuentros, no tiene sentido seguir reuniéndonos si no se van a debatir propuestas concretas», sintetiza Llanos. En similares términos se expresan desde ELA y Steilas. «Parece que la patronal quiere que se repita la situación del anterior conflicto», expresa. Se refiere a lo que sucedió hace cuatro años. Después de 29 jornadas de huelga a lo largo de tres años, las partes renovaron un convenio que llevaba diez años caducado. El acuerdo llegó pocos días después de que se convocase un mes entero seguido de paros.

En cualquier caso, y pese a las diferencias, la huelga actual se mantiene porque los sindicatos tienen la convicción de que es la convocatoria de más paros, precisamente, lo que ha hecho «moverse» a la patronal. En los últimos once meses apenas había tenido lugar una reunión entre las partes. Esta semana se han visto dos veces.

En un comunicado, Kristau Eskola rechaza las críticas vertidas sobre la falta de concreción de las medidas planteadas. También hace un llamamiento a que se desconvoque la huelga para poder seguir negociando porque «la trascendencia y complejidad de las mejoras previstas a recoger en el convenio exigen para su desarrollo la inexistencia de un clima de conflicto». La principal patronal considera que su propuesta es «sólida» y los incrementos salariales planteados, «sustanciales». Exige a los sindicatos que acudan a las reuniones «con espíritu responsable y realista».

El blindaje de los puestos de trabajo en un contexto de caída de la natalidad es otro de los puntos clave. Las conversaciones pivotan en torno a un acuerdo para la recolocación del personal, pero los sindicatos consideran que la patronal no plantea medidas «concretas» en este área. Kristau Eskola propone realizar un «análisis» de cómo va a impactar la crisis demográfica en los centros educativos para luego «valorar diferentes posibilidades» según el caso: planes de renovación juvenil, destinar el excedente de profesores al refuerzo de euskera y castellano, mejoras en la atención al alumnado con necesidades especiales, aliviar las cargas de trabajo... «Y para los casos en que las reconversiones no sean posibles se sigue apostando por la estrategia de la recolocación».

La huelga está convocada para los días 17, 18, 23, 24 y 25 de enero y los días 6, 7, 8, 19 y 20 de febrero y afecta a unos 200 centros en los que estudian 130.000 alumnos y trabajan 9.000 profesionales. Las familias han comenzado a movilizarse. Decenas de Ampas han enviado cartas a patronal, sindicatos y Gobierno vasco para denunciar que sus hijos son «los más afectados» por el conflicto y están «pagando los platos rotos» por la falta de acuerdo. Consideran que la situación «vulnera su derecho a la educación».