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«Algunos padres te increpan por confiscarle el teléfono a su hijo»

Colegios denuncian que la prohibición de los dispositivos no es fácil si toda la comunidad educativa no rema junta en la misma dirección

Domingo, 22 de septiembre 2024, 07:07

La mayoría de centros consultados que implantaron hace tiempo medidas para controlar el uso del móvil o que lo han hecho recientemente aseguran que la acogida de las familias ha sido más que razonable. No en vano, en general, se trata de una iniciativa pactada ... con ellas.

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Sin embargo, no siempre es así. La responsable de un centro público de Bilbao que pide el anonimato describe una situación bastante más complicada. Su centro prohibió el uso del teléfono hace varios años. «Pero no es tan fácil», asegura. Legalmente, un profesor no puede confiscar un móvil más allá de unas horas, ya que, a fin de cuentas, es una propiedad privada. «Se lo puedes pedir al chaval y si te lo da, bien. Pero si no...», lamenta.

Eso sitúa a los profesores en una delicada situación en la que dependen de la colaboración de las familias. «Muchas nos ayudan y ponen límites a los alumnos. Pero hay otras que te increpan y te dicen '¿tú quién eres para quitarle el móvil a mi hijo?'. También hay padres que vienen a decirnos que lo lamentan pero no pueden controlar a sus hijos, no les hacen caso», explica. Por eso, «nos ayudaría que el departamento hubiera establecido una normativa general, tendríamos un respaldo», asegura.

Logística

«Hay teléfonos que valen más de mil euros. ¿Qué pasa si desaparece uno?»

«Están adictos»

Existen otras aristas del asunto. Una es la logística. «No tenemos un lugar en el que poner los móviles que confiscamos. Se suelen guardar en un cajón de la sala de profesores. Pero hay teléfonos que valen más de mil euros. ¿Qué pasa si desaparece uno? Es un problema gordo». Por eso, asegura, muchos docentes optan por llamar la atención a los alumnos que usan el dispositivo, sin llegar a requisarlo.

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«Hay algunos chavales que son adictos y por mucho que les digas que dejen el móvil, no pueden. También les pasa con el Chromebook», continúa. «Hemos tenido que poner un profesor en los baños durante los recreos, porque hay chavales que se meten para poder estar con el teléfono», afirma. «Hay veces que estamos como policías». Sin entrar en detalles, esta docente cuenta también que hace dos años hubo un problema de convivencia «gordo» relacionado con los móviles que incluso acabó en una denuncia ante la Ertzaintza.

Educación ultima una guía para regular el uso de los aparatos

El Departamento de Educación del Gobierno vasco está ultimando una guía para regular el uso de los teléfonos móviles en los centros educativos de Euskadi. En este documento se asesorará a los equipos directivos sobre cómo elaborar un protocolo de uso, se describirá el contexto jurídico en el que se van a mover los centros a la hora de aplicar la normativa y se les facilitará datos de distintas investigaciones relacionadas con los jóvenes y la tecnología. Los centros educativos vascos deben presentar antes del 1 de enero de 2025 un reglamento interno sobre el uso de las nuevas tecnologías en el ámbito escolar. La normativa debe aprobarse en el consejo escolar y, por tanto, contar con el visto bueno de las familias.

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