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Los niños prematuros podrán escolarizarse en Euskadi en un curso inferior al que les corresponda. Según el proyecto de decreto en el que trabaja el Departamento de Educación del Gobierno Vasco sobre la admisión y escolarización del alumnado, los alumnos de cero a tres años ... que accedan por primera vez a alguno de los cursos de Educación Infantil y que hayan nacido «con prematuridad extrema o gran prematuridad» (nacidos por debajo de la semana 28 y 32 respectivamente) podrán ir un curso por debajo del que les correspondería por nacimiento teniendo en cuenta su edad corregida, esto es, la edad que tendría el bebé si hubiera nacido a las 40 semanas. La medida beneficiaría a cerca de 700 bebés que nacieron de forma prematura en 2021 del total de 14.257 nacimientos registrados en Euskadi (el 5,1%), según los últimos datos del Eustat.
Familias vascas con hijos prematuros llevan tiempo reclamando un cambio en la legislación que les permita decidir si escolarizar a sus hijos según su edad cronológica –la del nacimiento– o atendiendo a la corregida –cuando realmente debían nacer–. La reivindicación de cientos de familias se aúna en la Asociación de Padres de Niños Prematuros (Aprem), que considera «muy sensato» el futuro proyecto de decreto que tramita Euskadi. Según valora la presidenta de Aprem, Concha Gómez, «estos niños tienen un desfase madurativo y en determinados aspectos pueden ir más lentos.
Imaginemos la diferencia de niños que nacen por ejemplo en octubre y deberían haberlo hecho en febrero, al año siguiente. Es ponérselo muy complicado», subraya, por lo que considera «importante la flexibilización de las condiciones» a la hora de la escolarizar a estos niños, que se encuentran 'atrapados' en una edad que no es la suya; que les obliga a ir a clase con compañeros más desarrollados; a dejar el pañal un año antes que el resto; o a enfrentarse a barreras más sutiles que salen a la luz años más tarde, cuando la complejidad académica aumenta.
CONCHA GÓMEZ
Presidenta de Aprem
Los colegios que se encuentran con este tipo de casos combaten la situación en la medida de lo posible. A juicio de Gómez, «hay muchas escuelas que no conocen cuáles son las peculiaridades del desarrollo de los niños prematuros y, por tanto, les exigen lo mismo que a los niños nacidos a término. La cuestión principal es conocer que este desarrollo hay que adecuarlo porque, generalmente, van más lento. Es un cerebro que se ha desarrollado fuera del útero y eso supone cierta inmadurez que se va compensando con el tiempo, pero hacen falta al menos esos dos años en los que tenemos que considerar esa variable».
Así, el nuevo decreto vasco «facilita que el alumnado con prematuridad extrema o gran prematuridad» y que solicite la admisión para el curso 2022/2023 pueda hacerlo en un curso inferior al que le corresponda por edad de forma que «se favorezca así su integración socioeducativa». El texto expone que «tal prematuridad puede afectar a su proceso madurativo y de aprendizaje, tal y como se describe en numerosos documentos clínicos, problemas que se agudizan en su evolución escolar, principalmente en aquellos casos en que el nacimiento se produce el año anterior al previsto». Por este motivo, se considera «procedente su admisión atendiendo a su edad corregida». Eso sí, será necesario una autorización previa. Una vez presentado el preceptivo informe médico, el delegado o delegada territorial deberá valorar la adecuación del procedimiento y si han sido respetados los derechos del niño o niña y de la familia.
El Ministerio de Educación ya emitió una recomendación en 2018 para que las comunidades contemplaran la posibilidad de que los grandes prematuros se escolarizaran en función de la edad corregida y no solo según su edad cronológica. Sin embargo, algunas comunidades autónomas aún no han adoptado esta medida, como sí han hecho Aragón, Murcia, Madrid, Extremadura o Castilla y León, donde llevaron adelante la propuesta de Educación y adaptaron su normativa.
La presidenta de Aprem señala que «estos niños, sobre todo durante los dos primeros años, tienen muchos más riesgos de enfermedades infecciosas y respiratorias. Más adelante, los riesgos pueden traducirse en dificultades de aprendizaje y también hay un porcentaje importante de trastornos por déficit de atención. Las familias suelen estar muy preocupadas de escolarizar antes a sus niños porque no les ven con el mismo grado de desarrollo». Por ello considera que «la norma debe adaptarse al niño; no el niño a la norma».
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