Expertos en Educación discrepan sobre la trascendencia del informe

La tendencia decreciente de las puntuaciones observada en todas las materias en la ESO -salvo en ciencias-, preocupa a Ricardo Arana, maestro ya retirado y experto que ha participado en el debate sobre la futura ley vasca de Educación. Las conclusiones del documento señalan que la devaluación de los resultados en matemáticas o ciencias tiene que ver con la baja competencia en euskera del alumnado, la lengua vehicular, en la que se estudia. Y más cuando no se trata del idioma materno. «El gran error ha sido generalizar el modelo D pensando que el alumnado es uniforme. No funciona», señala.

Sin embargo, Pello Salaburu, exrector de la UPV, rechaza que toda la culpa recaiga en el euskera y pide someter a una examen similar a los alumnos que no estudian en modelo D, como en algunos colegios privados. «Me gustaría saber si en las comunidades donde no tienen dos idiomas mejoran en castellano», arguye. El lingüista y escritor navarro, que también se cuestiona si el nivel de exigencia de la prueba ha sido mayor, se muestra «tranquilo con el futuro de la educación vasca» y echa mano de otros parámetros con excelentes resultados como la tasa de abandono escolar en Euskadi, la más baja a nivel nacional. «No creo que los chavales lleguen a la universidad menos preparados que hace diez años», opina.

Sin embargo, Arana, que llama a «abrir la mente porque eso significa mejorar», advierte de que es un «drama» que la comunidad se sitúe por debajo del 10% en alumnos brillantes en ciencias, 15 puntos menos que en 2009. «El 10% del empleo en Euskadi necesita un alto nivel de competencia científica y matemática y no nos acercamos ni por casualidad», apunta.