Euskadi no cree en PISA

«Realizar una examen en un día a una muestra de estudiantes no refleja la realidad educativa de un país, solo mide unas determinadas competencias. Los resultados dan indicios que tendrían que relacionarse con otras muchas variables que no se tienen en cuenta», comenta Verónica Azpillaga, profesora de la Facultad de Educación, Filosofía y Antropología de la UPV/EHU. Cree, ademas, que países con buenas posiciones «entrenan a sus alumnos» para lograr buenos resultados. «La línea en la que hay que trabajar no es en cuánto saben de matemáticas los escolares sino buscar una sociedad mejor a través de la enseñanza. Para ello hay que aplicar buenas prácticas como la atención a la diversidad, trabajar la igualdad, la convivencia... porque mejorar de clima escolar está demostrado que mejora también los aprendizajes», destaca.

La propia consejera de Educación dio importancia a que los alumnos hayan elevado sus calificaciones en Ciencias y Matemáticas, pero relativizó el peso de esta prueba internacional. «No es la foto del sistema educativo vasco. Se trata de una evaluación hecha a un grupo de estudiantes en un momento concreto. Esa información se une a otras muchas y a más evaluaciones para dar la imagen de nuestra situación académica, que es la que utiliza el Gobierno vasco para implementar la política educativa», aclaró Cristina Uriarte.

«PISA no va más allá, es un indicador más, de muchos», coincide el presidente de Heize, la agrupación de directores de centros públicos vascos, Iñigo Salaberria, quien resta también valor a un examen que «no trae aparejados planes de mejora para la enseñanza». Apuesta por las evaluaciones propias del Gobierno vasco «más cercanas a las metodologías que se aplican en los centros y que sacan una foto más definida de nuestro sistema educativo», además de que «permiten aplicar» planes para avanzar.

En todo caso, para los directores de centros sí hay datos de PISA que deben llevar a los responsables educativos a reflexionar. Salaberria matiza que hay que relativizar las mejores puntuaciones en Ciencias y Matemáticas logradas por los estudiantes de la comunidad porque «partíamos de una puntuación muy baja obtenida en la anterior prueba de 2015». Es «positivo», añade, que la mayoría de los alumnos se coloquen en los niveles intermedios de conocimiento, pero a la vez resulta «preocupante» que haya menos de un 4% en el grupo de excelencia, mientras que un 18% haya caído al pelotón de cola de los chavales con los aprendizajes más bajos. «Hay que ser más eficaces en la resolución de las desigualdades entre escolares, tirar hacia arriba a los que tienen peores resultados y hacia la excelencia a esa mayoría que está en la media», apunta.

La federación de padres de alumnos de la escuela pública, Ehige, tampoco ve avances importantes en Euskadi. «Se ha mejorado pero no es para saltar de alegría porque en la anterior evaluación PISA los resultados fueron malos. Hay una cierta equidad ya que la mayoría de los escolares están en la media, pero falta excelencia en el sistema», coincide la responsable de la agrupación, Lurdes Imaz, que también pone en entredicho una evaluación que «no sirve para aplicar medidas de mejora». A la asociación de familias les preocupa otro dato que ha arrojado este examen: «somos la comunidad que más segrega al alumno de origen migrante», a la vez que Euskadi se coloca en segunda posición en España, solo por detrás de Madrid, en la concentración en pocos colegios de estudiantes de niveles socioeconómicos bajos, según el análisis de la ONG Save The Children.

El sindicato mayoritario de la red pública vasca, Steilas, es muy crítico con PISA: «solo sirve para crear un ranking de países y uniformizar la enseñanza», censura su portavoz, Ana Pérez. Incide en que la evaluación ofrece «datos engañosos», porque «la muestra de alumnos de unos países a otros es diferente en cuanto a la proporción de escolares de niveles socioeconómicos bajos o con dificultades de aprendizaje y no tiene en cuenta aspectos como que una comunidad sea bilingüe»... Quita importancia a las calificaciones en Euskadi ya que «la propia OCDE asegura que cambios de diez puntos arriba o abajo no son significativos y no sirven para realizar un análisis». Lo que dejan claro los resultados de PISA en España, subraya, es que «la Lomce no ha servido para mejorar la enseñanza».