«Habrá un estatuto sobre la conciliación familiar»

- ¿Qué otros retos se plantea para estos próximos años?

- Cuando se habla de la calidad de las universidades, todo se mide en rankings, pero la grandeza de un centro debe valorarse en función de como se trata a los más vulnerables. La atención a las personas es el gran reto. Todo eso crea un clima de estudio, de trabajo para conseguir el mejor rendimiento de cada alumno. Sin una buena convivencia el sistema universitario pierde calidad.

- ¿Cómo ve a los alumnos de Primero? ¿Llegan menos preparados?

- No diría eso. El alumnado viene con mucha ilusión y ganas. Veo gente muy vocacional. Habrá de todo.

- Con los cambios en ESO y Bachiller, ¿le parece que se ha rebajado la exigencia?

- No tengo un criterio, pero sí se ve que algunas facultades están empezando en niveles inferiores a los de antes. Ahora vienen con otras habilidades que antes no tenían. La universidad también se está adaptando: antes era todo más memorístico, ahora se hacen más trabajos colaborativos, que el propio alumno investigue y saque sus conclusiones, se tiende más a lo práctico para acercar el conocimiento al mundo laboral. Por ejemplo, todos los proyectos de formación dual, que son muy interesantes.