Educación preguntará a las familias el nivel sociocultural y económico para determinar el grado de vulnerabilidad de los alumnos

El proceso contiene varias novedades y todas ellas están pensadas para ir poniendo coto, de manera progresiva, a la segregación de los alumnos. Actualmente, en torno al 15% del alumnado vasco entra en la categoría de «vulnerable», según los datos que maneja el propio Departamento. ¿Cómo va a medirse ese grado de vulnerabilidad? Básicamente, a través de un test que los padres y madres que quieran matricular a sus hijos en el aula de 2 años deberán rellenar a partir del lunes cuando realicen su solicitud.

El problema es que a esas edades tan tempranas es difícil determinar si un alumno tiene, por ejemplo, dificultades de aprendizaje. Por ello, el cuestionario se centrará en el nivel «sociocultural y económico» de los progenitores, además de en otros aspectos. Entre ellos, los recursos materiales (ordenadores, conexión a Internet...) de que disponen en sus hogares. Aunque no deberá adjuntarse ningún documento con la renta de los padres, ya que el Gobierno vasco cuenta con otras herramientas para determinar el nivel económico. Se trata de un test que ya se utiliza en los informes Pisa que se realizan a los alumnos de 4º de Primaria y 2º de la ESO.

El objetivo final es combatir la segregación. Actualmente el alumnado vulnerable tiende a concentrarse en algunos colegios, mientras que en otros su presencia es mucho más baja. Con el fin de repartir a este alumnado entre todos los centros de una misma zona -el término es 'área de influencia'-, los colegios que reciban financiación pública -esto es, públicos y concertados- deberán reservar un porcentaje de sus plazas para ese alumnado. Ese índice viene determinado por una serie de factores de diversa índole. La reserva de plazas se aplicará de dos maneras distintas.

Por ejemplo: un centro, enclavado en una zona cuyo índice de vulnerabilidad es del 10%, tiene 50 plazas pero solo recibe 40 solicitudes; en ese caso, deberá reservar cuatro plazas para alumnos vulnerables porque es el 10% de las solicitudes recibidas. En cambio, otro centro de esa misma zona tiene 50 plazas pero recibe 75 solicitudes. En ese caso debería reservar el 10% de las plazas que puede ofrecer, ya que las va a llenar; es decir, cinco.

El Departamento solamente aplicará este índice a los alumnos que se escolaricen en la etapa de Infantil, con dos años. No se va a aplicar, según han explicado fuentes autorizadas a este periódico, para los alumnos que quieran cambiar de centro o de modelo lingüístico en cursos superiores.

Además, otra novedad de este año es que los centros no podrán ofertar más plazas de las que ya tienen este curso, aunque reciban matrículas suficientes como para abrir una línea nueva. De esta manera, se pretende garantizar que no hay una sobreoferta, teniendo en cuenta que la natalidad no deja de caer. El año pasado se matricularon unos 13.000 niños en el aula de dos años. Este año se espera que la cifra sea ligeramente inferior.

Las familias también podrán solicitar tantos centros como quieran, sin límite, incluso si están fuera de su área de influencia. En caso de que sus hijos no pudiesen ser matriculados en ningún centro que hayan escogido, el Departamento les asignará de oficio un centro, siempre primando la proximidad al domicilio. Por este motivo, «es muy importante que las familias seleccionen el mayor número de centros posible, de forma que el que les corresponda se adecúa lo más posible a sus intereses», ha explicado el consejero Jokin Bildarratz, en una rueda de prensa de este viernes para presentar la campaña de prematrículas. «Queremos impulsar una escolarización de proximidad», ha indicado, antes de añadir que el objetivo final es «lograr que el sistema escolar sea reflejo de una sociedad cada vez más justa y cohesionada». «Debemos conseguir que los centros trabajen con nosotros por la cohesión», ha subrayado.

Otra novedad importante del proceso que se inicia el lunes es el cambio en los criterios de baremo que se aplicarán para aquellos centros que reciban un número de solicitudes por encima de las plazas ofertadas. Ahora, la mayor puntuación la otorgará la proximidad del domicilio al centro. La puntuación máxima en este sentido será de 7 puntos. Cualquier otro centro que se encuentre dentro del área de influencia del domicilio, pero que no sea el más cercano, recibirá 5 puntos. Tras ello, el criterio que más puntuación otorga es el de la existencia de uno o más hermanos matriculados en el centro solicitado: 6,5 puntos. Otros son la renta anual de la unidad familiar (3 puntos); discapacidad (hasta 2); familia numerosa (máximo 1,5)... Los detalles sobre el proceso y la documentación a presentar se pueden encontrar en la web del Departamento.