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El comité de empresa del colegio Hijas de la Cruz de Bilbao, que cerrará a finales de este curso, defendió aeste lunes en el Parlamento vasco que el centro de Solokoetxe cumple una labor «muy importante» en el entorno y criticó a Educación por permitir su clausura «sin garantizar» plazas públicas para sus alumnos en la zona. Los representantes de los trabajadores acusaron al Departamento de Jokin Bildarratz de «no controlar el dinero público» con el que se ha financiado al centro durante años.
La plantilla reclama a Educación que «asuma su responsabilidad». «¿En qué se ha invertido todo el dinero que no iba a pagar el salario de los docentes? El Departamento no ha hecho un seguimiento de los conciertos», denuncia. Considera que el cierre de un colegio no puede ser tratado «como el de una empresa cualquiera», porque cumple una labor social y «recibe financiación pública».
La congregación de Hijas de la Cruz adujo la escasez de matrículas para justificar el cese de la actividad. Sin embargo, los profesores resaltaron que tenía subvención del Gobierno vasco para el próximo curso, con lo que podía haber funcionado un año más. Recordaron que el centro concertado cuenta con cerca de 200 alumnos y que la práctica totalidad tenía intención de seguir en el colegio.
La mayoría de sus escolares son inmigrantes y una parte de ellos tiene necesidades educativas especiales. «No había en el entorno un colegio de nuestras características y así nos lo reconocían los servicios sociales de base y los agentes educativos del barrio. Cumplíamos una labor importante con los alumnos y sus familias», detallaron. Los docentes argumentaron que, durante años, el propio Departamento les ha enviado un gran número de escolares con dificultades de aprendizaje o extranjeros, «que solicitaban plaza en otros centros del barrio y no les admitían».
El comité de empresa censuró que Educación permita el cierre cuando «no hay plazas suficientes en centros públicos de la zona, como las escuelas de Mujika y Atxuri y el instituto Solokoetxe, para acoger a todos los escolares» que se quedan en la calle. «Muchos alumnos de Hijas de la Cruz no van a conseguir entrar en el colegio que para ellos era la mejor opción», lamentaron los portavoces de la plantilla ante la comisión de Educación. Adelantaron que los alumnos pasarán a otros centros concertados de la misma patronal, Kristau Eskola, mientras que la treintena de profesores y el resto de empleados van a ser despedidos.
El Consistorio de Bilbao ha informado a los trabajadores de que el terreno y el edificio de Hijas de la Cruz de Santutxu «no podrá ser utilizado para otro fin que el educativo». Por ello, pide que se acelere «cualquier proyecto que esté previsto» o que se «publifique» el colegio. «El Ayuntamiento también tiene obligación de garantizar la oferta suficiente de plazas escolares públicas en el barrio», incidieron medios del Gobierno local.
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