Los docentes de los colegios fusionados en Artxanda inician una huelga indefinida

Este martes se ha cerrado la lista provisional de matriculaciones y aún se desconoce cuántos alumnos tendrá el futuro colegio y, por tanto, cuáles serán las necesidades. «No hay nada garantizado, existe un gran desconcierto e inseguridad en la plantilla», explican fuentes sindicales. Los empleados exigen mantener «todos» los puestos de trabajo. La huelga estaba convocada en un inicio a partir del 25 de febrero, pero se retrasó para dar una oportunidad a la negociación. Ante la falta de «avances», han dado comienzo ahora las protestas.

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Además de denunciar la «falta de información» durante el proceso de fusión –una decisión que se adoptó «sin la participación» de la plantilla, subrayan– los trabajadores afean a Educación su «negativa» a reunirse. «Ni siquiera nos ha querido recibir», afirman las fuentes consultadas. En cualquier caso, los comités, en los que sólo ELA tiene representación, muestran su «total disponibilidad» para realizar «cuantas reuniones sean necesarias», analizar las opciones y poder «continuar con el normal desarrollo del curso escolar».

La convocatoria de huelga ha sido recibida con frustración por las familias. Varios padres y madres consultados por este periódico aseguran «entender» a los trabajadores. Sin embargo, recuerdan que «la educación es un derecho», por lo que piden «que se alcance un acuerdo cuanto antes». Especialmente preocupadas están las familias con hijos en 2º de Bachillerato. «En unos meses se enfrentan a la Selectividad, que además este año trae cambios, y si la huelga se alarga van a llegar en desventaja. Se juegan su futuro», lamentan.

Las comunidades escolares de ambos colegios han escrito una carta a la consejera, Begoña Pedrosa, para «exigir» que «asuma su responsabilidad y tome medidas urgentes para asegurar la estabilidad». «Es inaceptable que las familias y los estudiantes sean los perjudicados en este proceso de reorganización», denuncian.

«Las familias nos encontramos en una situación que se repite con demasiada frecuencia», censuran. «La falta de información clara sobre el impacto que esta reestructuración tendrá en el profesorado y en el personal de apoyo genera un ambiente de inseguridad, tensión e incertidumbre», continúa la misiva, lo que «repercute en el alumnado, que son los grandes damnificados». Por todo ello, solicitan a Educación «que intervenga activamente en la mediación del conflicto»