A menos de un mes de que finalicen las clases, un total de 84 colegios e institutos públicos de Euskadi desconocen si podrán mantener la jornada continua el próximo curso. En pleno debate sobre las bondades y perjuicios del horario intensivo y del partido y ... con la conciliación de familias y del profesorado, la desigualdad y el rendimiento escolar como focos de atención y también como motivo de discordia, el País Vasco es una de las comunidades que ha apostado fuerte por que los alumnos vayan a clase por la mañana y por la tarde. De hecho, la normativa vigente y el pacto educativo que han sentado las bases para la futura ley vasca de Educación establecen la jornada convencional en todos los ciclos de la enseñanza obligatoria.
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Sin embargo, la reformulación por parte del Ejecutivo autónomo de 'Hauspoa', el programa de clases de refuerzo y dinamización escolar que ha pasado a llamarse 'Hedatze', ha arrojado incertidumbre en parte de la red pública. Mientras la escuela concertada aboga mayoritariamente por una oferta educativa tradicional, con horario partido, los centros que dependen en exclusiva del Gobierno vasco y que han estado adheridos desde hace ocho años al programa 'Hauspoa' y que ya tenían un horario intensivo quieren mantenerlo. No desean volver a las clases de mañana y tarde.
Iñigo Salaberria
Heize
Las asociaciones de directores y de padres del País Vasco terciaron ayer en esta polémica, a consultas de este periódico. Heize y Ehige, que representan a ambos colectivos respectivamente, se muestran a favor del horario partido. Así, desde la federación de directores y directoras de los centros públicos de Euskadi, Iñigo Salaberria, reconoce que tener clases por la mañana y por la tarde «asegura el progreso del alumno más vulnerable y la igualdad de oportunidades», en referencia a las dificultades de muchas familias de costear actividades extraescolares para sus hijos. «Lo importante es que ningún alumno se quede atrás y esa debe ser la principal labor de un sistema educativo de calidad», añade este profesional del sector.
Lourdes Imaz
Heize
Por su parte, las AMPAS representadas en Ehige, la plataforma que agrupa a las asociaciones de padres y madres de alumnos de la escuela pública, señalan que «la evidencia científica dice que la jornada partida se adapta mejor a las necesidades de alumnado y familias» y recuerdan que los adolescentes de Secundaria que no tienen clase a la tarde -hasta ahora las clases de refuerzo o las actividades en los centros con 'Hauspoa' no eran obligatorias-, «permanecen más tiempo enganchados» a los «videojuegos y al móvil». Y además, «en muchos casos sin la supervisión de sus padres o madres, que están trabajando y no cuentan con la vigilancia adecuada», arguye Lourdes Imaz, su presidenta, que también se escuda en los datos que ofrece el Eustat sobre la situación laboral de las familias vascas. «La mayoría no trabajan solo en horario de mañana», desliza. Ya el curso pasado la agrupación solicitó a Educación no prolongar el horario intensivo en los colegios que optaron por él a causa de la pandemia.
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Arrate Aldeiturriaga
IES Urbi Basauri
La consejería que dirige Jokin Bildarratz concedió a estos centros públicos la posibilidad de centralizar las clases hasta la hora de comer para poder dedicar la tarde a clases de refuerzo, extraescolares y talleres lúdicos. Un formato del que ahora estos institutos no se quieren despegar y que podrían perder si no son aceptados en 'Hedatze', que ha endurecido los requisitos. «El aprovechamiento de las clases por la tarde es mucho menor. Los chavales llegan cansados. Con la jornada continua se ha reducido mucho la conflictividad en el aula», afirma Arrate Aldaiturriaga, directora del IES Urbi, en Basauri, uno de los centros que ha solicitado mantener este programa.
En el IES San Adrián, su vicedirector Andeka Larrea, reconoce que recuperar la modalidad tradicional supondrá un duro golpe por «el cambio organizativo muy importante que tendremos que acometer» de cara al curso que viene, por cierto, plagado de cambios por las novedades curriculares y los métodos de evaluación recientemente aprobados. «No quedará otra que adaptarnos, pero en nuestro caso ha funcionado bien y las familias estaban contentas», agrega.
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Izaskun Lanborena
Maristak Bilbao
Fuentes consultadas por este diario explican que desde el Gobierno vasco se ha percibido una relajación en algunos centros públicos que aplicaban el programa 'Hauspoa'. Aseguran en este sentido que el objetivo inicial del proyecto ha quedado desvirtuado y que un grupo importante de alumnos con malas notas o problemas de integración no recibían ayuda. Desde Educación recuerdan, además, que «el objetivo de 'Hauspoa' no tenía que ver con el horario», sino con mejorar las notas de los escolares.
La apuesta por el horario continuo se centra en los institutos públicos. La red concertada apuesta por la jornada partida. Porque, en su opinión, es bueno que los chavales descansen a mediodía y pasen menos tiempo en casa por la tarde. «En el colegio no solo están aprendiendo contenidos, también hacen vida social y aprenden herramientas de resolución de conflictos. Hacen una vida que les está ayudando a crecer», apunta Izaskun Lanborena, directora del colegio Maristak, en Bilbao.
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84centros públicos de Euskadi han estado adheridos al programa 'Hauspoak' y que ahora pasará a llamarse 'Hedatze'.
316.000alumnos vascos cursan sus estudios entre las etapas de Infantil y Bachillerato en los colegios e institutos de la comunidad.
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