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Los estudiantes de Secundaria siguen retrocediendo en su conocimiento del euskera. El 53,4% de los alumnos que cursan segundo (13-14 años) no logra alcanzar el nivel inicial, mientras que los de cuarto de Primaria (9-10 años) en la misma situación ... son poco más de un tercio. El Departamento de Educación -a través del Instituto Vasco de Evaluación e Investigación-, realiza periódicamente unas pruebas diagnósticas, que no evaluaciones, para comprobar el nivel de competencias y conocimientos de los estudiantes vascos. Se toman como referencia los alumnos de 4º de Primaria, que cuatro años después, en 2º de la ESO, vuelven a examinarse.
Los datos recabados cada dos años entre más de 800 centros de toda la comunidad autónoma y unos 40.000 alumnos de centros públicos y concertados permiten a los responsables educativos analizar los puntos fuertes y las carencias de los niños y adolescentes y establecer estrategias para mejorar el nivel. Este año la prueba muestra que mantienen un nivel similar al de años anteriores, en algunas competencias casi calcados, pero donde falla es en euskera.
Con los datos de la prueba se puede decir que entre niños de 9 y 10 años, la lengua vasca goza de buen estado de salud, mejor que hace dos años, pero a medida que avanzan en su formación van perdiendo capacidad en esa competencia, con un preocupante descenso. Los chavales de 4º que han pasado la prueba este año mejoran los resultados: descienden aquellos que tienen un conocimiento que les sitúa en el nivel inicial,-pasan de un 37,4% en 2017 a un 34,3%-, y también bajan los del nivel intermedio (del 38% a un 34,7%), mientras que asciende notablemente el número de estudiantes con un conocimiento avanzado del euskera, que pasa del 24,6 al 30,9%.
Estudiantes de 9-10 años
Las cifras, contempladas aisladamente, permiten mostrarse positivos, pero es al pasar a la ESO cuando la situación se complica. La prueba diagnóstica de este año revela que la mayoría baja hasta el nivel inicial. Y el descenso es generalizado en todos los modelos. Mientras que en las pruebas de hace cuatro y dos años, el nivel era similar, salvo en el A que subía ligeramente en la anterior prueba, ahora se percibe una bajada bastante más generalizada. En el cómputo general, la mayoría se situaba en el nivel básico, con un 45,6%, ocho puntos menos que en la actualidad, que es de 53,4%. Ese incremento de alumnos en el escalón más bajo repercute de forma preocupante en el siguiente, en el intermedio, en el que se manejan un 31%, 6,5 puntos menos que hace dos años. Los alumnos en el nivel adelantado bajan más de un punto, del 16,9 al 15,6%.
Pero la situación en el conocimiento del euskera es todavía más preocupante si se comparan los resultados obtenidos en 2015 por los alumnos de 4º de Primaria con los de este año de los estudiantes de 2º de ESO, que son los mismos. Entonces, los que estaban en una posición intermedia del último curso de la Primaria eran el 38,2%, en el segundo curso de Secundaria en la actualidad son el 31%. Los del nivel más bajo pasan de 36,1% al 53,4%, mientras que los de mayor capacitación descienden diez puntos, hasta bajar al 16,4%.
Si con esa misma comparativa se pone el foco en el modelo D -el de la inmersión total en euskera-, los datos de la última prueba diagnóstica revelan unos resultados más pobres. Los niños que se encontraban en el nivel inicial eran un 30,1% y cuatro cursos más tarde son 47,3%; es decir, diecisiete puntos más. En el nivel intermedio pasan de un 39,4% a un 34,2% y en el adelantado descienden del 30%,5 al 18,5%, doce puntos.
El año pasado, cuando se hicieron públicos los resultados de las pruebas de 2017, la consejera Cristina Uriarte reconoció en una comparecencia en la Comisión de Educación en el Parlamento vasco que «había un margen importante de mejora», aunque «la escuela no puede trabajar sola». Entonces anunció la puesta en marcha una serie de medidas: puesta en marcha de un Plan Lector, mayor inversión para el empleo de metodologías más activas y de medios digitales, revisión de los materiales, formación del profesorado... Y se comenzaron a aplicar iniciativas que salían de la escuela para llegar a las familias, especialmente a aquellas en las que su lengua es el castellano o una extranjera. Para ello propuso a las Ampas que potenciaran la lectura en euskera porque «es necesario el compromiso de los padres». De momento, a la vista de los resultados diagnósticos, los resultados, lejos de mantenerse o mejorar, han ido a peor.
Estudiantes de 13-14 años
En lengua castellana los datos son prácticamente calcados a los de ediciones anteriores. En Primaria se da un pequeño descenso al pasar el alumnado del nivel medio de un 63,6% a un 60,3% y casi una cuarta parte de la población estudiantil que realizó la prueba (23,8%) se encuentra en el nivel avanzado. En Secundaria también la situación está estabilizada, con un repunte de los alumnos del nivel medio, un 60,6% frente al 56,6% de hace dos años, en detrimento del escalón más alto, que baja cinco puntos hasta situarse en 24,6%, es decir también una cuarta parte del alumnado.
Retomando la comparativa de cuarto de Primaria de 2015 con la de segundo de la ESO de este, en los resultados no se perciben un descenso del conocimiento tan agudizado como en euskera. Si entonces el 62,4% de los alumnos que concluían su primera etapa de educación obligatoria se encontraban en el nivel medio, en 2º de Secundaria lo hace el 60,6%.
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