Los alumnos de los modelos A y B tienen mejores notas al acabar Primaria, salvo en euskera

Los datos se desprenden de la última edición de la 'Evaluación Diagnóstica de final de etapa'. Es un examen que el Departamento de Educación realiza a una muestra de alumnos de 6º de Primaria y de 4º de ESO. En la prueba se miden las competencias de los estudiantes en Euskera, Castellano, Matemáticas, Inglés y Ciencias. Los resultados se publicaron hace algo más de un mes, pero este nivel de detalle, en el que se aprecian las diferencias entre los alumnos de los distintos modelos, se encuentra en una respuesta parlamentaria del área que dirige Jokin Bildarratz a la parlamentaria de Podemos Isabel González.

El departamento diferenció la muestra en varios estratos: modelo A/B, modelo D1 y modelo D2. El modelo D1 representa a los escolares que estudian en euskera en municipios donde menos de la mitad de la población es euskaldun (es decir, la mayoría de entornos urbanos). El D2 se refiere a los alumnos de modelo D en localidades euskaldunes. Los datos que salen ahora a la luz no se desglosan por redes educativas (pública y concertada).

El informe revela también que los alumnos de modelo D (de inmersión lingüística en euskera) que estudian en entornos urbanos obtienen peores registros en Matemáticas que el resto de escolares vascos. Y lo hacen tanto al finalizar la Educación Primaria (11-12 años) como al acabar la ESO (15-16 años). La diferencia a los 11-12 años es de nueve puntos respecto a los del modelo A/B y de cinco con los de modelo D2. Hay que tener en cuenta que a partir de cinco puntos se considera que la distancia es «significativa». En la ESO la brecha se reduce a cuatro puntos con el modelo A/B y se mantiene en cinco con el modelo D2.

¿Qué conclusiones se pueden extraer de los datos expuestos? Sobre todo, una. La importancia, como demuestran numerosos estudios, que tiene el hecho de que la lengua de aprendizaje tenga presencia social. El mejor ejemplo se aprecia en Matemáticas, una competencia fundamental para el futuro desempeño de los estudiantes. Los datos revelan que los que sacan mejores resultados son los alumnos que estudian en su lengua materna: los del A/B (las cursan en castellano) y los del D de zonas vascófonas (las estudian en euskera). Atrás se quedan quienes cursan la asignatura en euskera pero su entorno es castellanoparlante.

Por otro lado, cabe señalar una diferencia realmente llamativa. El departamento realiza dos pruebas distintas para analizar el nivel académico de los alumnos. Ambas se llaman Evaluaciones Diagnósticas, pero una se realiza al final de etapa (6º de Primaria y 4º de ESO) y la otra, a mitad (4º de Primaria y 2º de ESO). Esta última es más completa, ya que evalúa a todos los alumnos de esos dos cursos, más de 40.000.

Pues bien, mientras la última evaluación de mitad de etapa señala que más de la mitad de los alumnos de 2º de ESO está en un nivel «inicial» de euskera y tres de cada diez en ese mismo nivel de castellano, los datos de la evaluación de final de etapa son radicalmente distintos. La proporción de alumnos en el nivel inicial de euskera al acabar la ESO cae al 21%, menos de la mitad que dos cursos antes. En cuanto al castellano, son el 15%, también la mitad que sus compañeros de dos años menos. Este periódico ha pedido una explicación al departamento pero no ha obtenido respuesta.