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La violencia machista se extiende peligrosamente entre las nuevas generaciones. El maltrato ha variado con los años algunas de sus formas, pero mantiene intacto el fondo: la desigualdad, la falta de respeto hacia las mujeres, el intento de control o el recurso a la violencia ... para someterlas. La educación, la visibilidad, las políticas públicas o la acción de la Justicia siguen aún sin ser suficientes para revertir estos comportamientos, que de forma preocupante, se están reproduciéndo entre las parejas más jóvenes, según los últimos datos estadísticos hechos públicos.
El número de víctimas de violencia machista con órdenes de protección cuya edad se sitúa entre 18 y 24 años se ha duplicado en Euskadi en los últimos cuatro años. A un total de 121 mujeres de esa franja de edad tuvieron que asignarle los jueces este tipo de medidas cautelares en 2018, incluidos en algunos casos escoltas, ante la amenaza de sus exparejas. Todas ellas sufrieron lesiones o coacciones de tal gravedad que no quedó otro remedio para salvarguardar su integridad. Son 20 jóvenes más que un año antes, pero 65 más que en 2015. Una tendencia alarmante, que ha contribuido a incrementar de modo sensible el número de mujeres agredidas en Euskadi: 742 durante el año pasado, un 8,3% más que en 2017 y por encima de la media estatal.
Los datos referidos este martes por el Instituto Nacional de Estadística recogen los casos incoados y denunciados con órdenes de protección, inscritos en el registro central para la protección de las víctimas de la violencia doméstica y de género, dependiente del Ministerio de Justicia. En Euskadi, el año pasado fueron condenados por algún delito de maltrato 1.146 hombres. De ellos, 684 tenían entre 25 y 44 años; la franja de edad también donde más víctimas se registran. Pero hay 155 jóvenes sentenciados que tenían solo entre 18 y 24 años; un 22% más respecto a cuatro años antes.
También se registran casos entre menores de edad, aunque por suerte en cantidad mucho menor y con fluctuaciones año tras año menos relevantes. Las víctimas de menos de 18 años que precisaron medidas de protección el pasado año en Euskadi fueron 18, seis menos que en 2017, aunque siete más que en 2015. Mientras, el número de menores denunciados fueron tres. A estos, hay que añadir los que tienen alguna medida cautelar impuesta por el juez, pero aún no han sido juzgados.
Los datos de esta estadística apuntan otro dato revelador que acalla las voces que aún cuestionan la dimensión de este tipo de violencia. Solo nueve acusados por maltrato a su pareja o expareja (estén o no casados) resultaron absueltos en Euskadi en los últimos cuatro años; uno de ellos en 2018.
Y a la hora de analizar el perfil de estos comportamientos, el registro estatal de víctimas constata que no se circunscriben a una sola bandera. Respecto al País Vasco, la mayoría de los ataques o amenazas los sufren mujeres nacidas en esta comunidad autónoma (439), seguidas –en correspondencia con los países de origen de la población inmigrante– por las nacidas en América (182) y las procedentes de algún país africano (68). Y sucede lo mismo con los agresores.
1.146 hombres acusados de maltrato fueron condenados en firme el año pasado en el País Vasco y solo uno resultó absuelto
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