Los diez mejores paradores nacionales

Situado a orillas del río Sella y rodeado de los espectaculares Picos de Europa, el hotel es el antiguo Monasterio de San Pedro de Villanueva, un edificio con espectaculares estancias de piedra y madera, decoradas de forma elegante, cálida y tradicional. Está a dos kilómetros de Cangas de Onís y es un punto de partida ideal para visitar el Parque Natural de Los Picos de Europa, el santuario y los lagos de Covadonga o pueblos costeros como Llanes o Ribadesella.

Colegio-convento y hostería de estudiantes del siglo XVII situado en el antiguo Colegio Mayor de San Jerónimo de Alcalá de Henares. Cuenta con spa, business center, centros de convenciones y doce salones de conferencias.

A orillas del Jerte, está en el convento de Santo Domingo. Es un enclave estratégico de la Ruta de la Plata. Gruesos muros de piedra, techos abovedados y una cuidada decoración dan cobijo a un interior de estilo gótico.

Situado en la Ribera Sacra, es una de las zonas más bellas de todo Galicia. Bosques, ríos, pueblecitos con encanto, monasterios escondidos y gastronomía tradicional son alguno de sus encantos. Desde el parador se pueden realizar varias rutas de gran belleza y con poco turismo. Entre ellas, la Ruta de los Catamaranes, en la que se recorren los cañones del Sil y su espectacular explosión de color en primavera y otoño; la de los Miradores, que regala preciosas postales de las riberas, y la del Románico, que permite descubrir iglesias y monasterios de finales del siglo XII y XIII. El monasterio tienes tres claustros: románico, gótico y renacentista.

El Parador de Santiago, conocido como Hostal dos Reis Católicos y considerado el hotel más antiguo del mundo, se sitúa en la Plaza do Obradoiro formando con la catedral un ángulo de espectacular belleza en una de las capitales más visitadas del mundo. El Hostal nació como Hospital Real en 1499 para albergar a los caminantes que se dirigían en peregrinación a Santiago. En el interior se encuentran cuatro imponentes claustros, elegantes estancias, espectaculares habitaciones y un lujoso comedor.

El Parador de Nerja se ubica sobre un acantilado junto al mar. Cuenta con un espléndido jardín cuyo verdor contrasta con el azul de la piscina. Los espacios interiores, amplios y luminosos, resultan muy confortables y casi todas las habitaciones disponen de terrazas orientadas hacia el mar. Las habitaciones superiores cuentan con espectaculares vistas sobre el Mediterráneo, sobre las montañas de Sierra Almijara y los bellos acantilados.

Construido en el recinto del Castillo de Lorca, ofrece un viaje a través del tiempo, desde el yacimiento arqueológico hallado bajo el hotel hasta sus instalaciones de diseño, su piscina interior y el relajante spa. Entre los restos del pasado se pueden contemplar la sinagoga del siglo XV, el aljibe islámico, la muralla almohade o la alcazaba del castillo, denominada La Fortaleza del Sol, que se ha convertido en un espacio temático cultural que ofrece una intensa experiencia cultural y de entretenimiento a través de sus exposiciones, escenas de historia en vivo, talleres, espacios infantiles, etc.

Ubicado en el Real Sitio de La Granja, un bello y pequeño pueblo jardín a tan solo 11 kilómetros de Segovia, al pie de las montañas del Sistema Central, este parador se compone de la Casa de los Infantes, construida en el siglo XVIII por Carlos III para que habitaran en él los infantes Gabriel y Antonio, y el Cuartel General de la Guardia de Corps, que acoge un moderno Centro de Congresos y Convenciones, situado a 55 minutos de Madrid.

Ubicado en Alcañiz, en un castillo de los siglos XII y XIII, conserva la torre del homenaje, el campanario, la sacristía y la parte reconvertida en palacio aragonés. Destacan también sus murales góticos, el sepulcro plateresco, la fachada barroca y su magnífico jardín.

El Parador Museo de Oropesa es un bello edificio que transmite su historia y sus leyendas a través de impresionantes salones, columnas y soportales, un imponente patio y la enigmática Torre del Homenaje. Fue en tiempos la Casa solariega de los Álvarez de Toledo, Condes de Oropesa, y sirvió de refugio a soldados, religiosos y nobles en otras épocas. En 1930 se convierte en el primer parador monumento de la cadena pública, abriendo camino a una red de alojamientos en castillos, palacios, conventos y monasterios, considerada única en el mundo. Las vistas sobre la Sierra de Gredos son espectaculares.