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Bruno Vergara, Julia Fernández y lucía ramos
Bilbao
Martes, 19 de febrero 2019, 08:37
La noticia de las detenciones por parte de la Guardia Civil de cuatro hombres en Amorebieta, Otxarkoaga, Erandio y Suiza por su supuesta relación con el crimen, el pasado año, del concejal de Izquierda Unida en Llanes (Asturias) Javier Ardines, ha causado un gran revuelo en la localidad asturiana y, sobre todo, una enorme perplejidad al conocer que el presunto inductor del asesinato es una persona muy próxima al edil. Se trata del Pedro Nieva, marido de una prima de la mujer de la víctima.
Según ha podido saber este diario, el hombre reside habitualmente en la localidad vizcaína de Amorebieta y, junto a su pareja, posee en Llanes una vivienda ubicada a escasos metros de la del concejal asesinado. Es «una persona celosa», indicaron fuentes próximas al caso, que, al parecer, no llevaba muy bien la buena relación que existía entre su mujer y el fallecido.
Estas mismas fuentes reconocen que la posibilidad de que uno de los supuestos autores fuera una persona tan próxima a la víctima y su familia comenzó a tomar peso en las últimas fechas en el entorno del concejal, pero nadie quiso creer que fuera cierto.
La Guardia Civil ha irrumpido en la casa de Amorebieta del supuesto inductor del crimen a las seis de la mañana. Pero no ha sido hasta este mediodía cuando el sospechoso ha abandonado el domicilio esposado y custodiado por los agentes. Durante estas horas, se han registrado a fondo todas las estancias. A la salida, le esperaban algunos conocidos, que le han dado ánimos. «Pedro, tranquilo, que te vamos a sacar», le gritaban.
La amplia operación de la Guardia Civil desarrollada en Bizkaia tenía su continuidad en Suiza, donde era arrestada una cuarta persona por su supuesta participación en los hechos. Los cuatro son dos varones españoles y dos argelinos. Los agentes consideran que tres de ellos son los autores materiales del crimen, mientras que el cuarto, marido de una prima de la mujer de Ardines, sería el inductor.
En estos momentos se están realizando las gestiones con las autoridades suizas para proceder a los trámites que permitan la extradición del sospechoso para que comparezca ante la Justicia española.
El Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA) ha comunicado que el caso lo ha asumido el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Llanes. Las autoridades judiciales no tienen previsto que los tres detenidos en el País Vasco pasen a disposición judicial en las próximas 48 horas. Las diligencias permanecen bajo secreto de sumario.
El edil Javier Ardines, único concejal de IU en Llanes, murió el pasado 16 de agosto a consecuencia de los golpes recibidos en la cabeza cuando salía de su domicilio en Belmonte de Prías (Llanes). Su cadáver fue hallado a unos 300 metros de la vivienda. Los investigadores manejan como hipótesis más probable el móvil sentimental y que se llevara a cabo por sicarios y por encargo, han revelado fuentes de la investigación. Los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) siguen esta línea tras descartar una motivación política o alguna cuestión relacionada con tráfico de drogas u otros delitos.
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Javier Ardines fue asesinado en un camino de Belmonte, en la parroquia asturiana de Pría, donde vivía. Ocurrió a las seis de la mañana, cuando salió de casa para ir a faenar en su barco, 'Bramadoria', que estaba atracado en el puerto de Llanes. Había quedado con una amiga, Beatriz, aficionada a la fotografía, a la que nunca llegó a recoger.
Al parecer, el hombre salió en su vehículo y unos metros más allá de su casa se encontró el camino cortado por unas vallas. Algo similar había ocurrido una semana antes en lo que se cree que fue un ensayo. Salió para quitarlas y debió ser en ese momento cuando fue golpeado y murió. Un vecino declaró haber escuchado gritos a esas horas. Según se supo después, el concejal recibió un fuerte golpe en la cabeza con un objeto contundente, trató de huir, pero tras caminar unos metros se desplomó. Fue entonces cuando su atacante le estranguló.
El cadáver lo encontró el vecino que oyó los gritos. Estaba a 70 metros de la furgoneta, que tenía las puertas abiertas y el motor encendido. Cuando llegaron los agentes y los sanitarios, solo se pudo certificar su muerte. Precisamente, quien le atendió fue el marido de su amiga Beatriz, que más tarde fue interrogada por la Policía.
La muerte de Ardines conmocionó la localidad asturiana, de 14.000 habitantes, y también destapó una trama de corruptelas y odios en el consistorio local. De hecho, desde que el fallecido se convirtió en concejal de Pesca, Medio Rural, Playas y Personal en 2014 se granjeó un gran número de enemigos. Su partido, IU, pactó con PP, Foro y Vecinos por Llanes para echar del poder a los socialistas, que llevaban 28 años gobernando. Ardines era también el hombre fuerte del alcalde, Enrique Riestra, que le mostró todo su apoyo cuando fue amenazado por su plan de acabar con los interinos que copaban los puestos de funcionarios en el Ayuntamiento y en la Policía local.
Desde el primer momento, las investigaciones se centraron en dos líneas. Una tenía que ver con la vida sentimental del fallecido. La otra, con su actividad política. Por ello, cuando se destapó que había sido amenazado, fueron interrogados todos los funcionarios locales y sus coartadas se comprobaron con meticulosidad. Incluso hubo pruebas de cotejo de ADN.
Han sido ocho meses de investigación de la Policía Judicial en colaboración con la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil que se ha llevado con toda la discreción posible. Hace un mes, la delegada de Gobierno de Asturias, Delia Rosa, ya avanzó que estaba «muy centrada» y el día 1 la titular del Juzgado de Primera Instancia en instrucción de Llanes prorrogó otro mes el secreto de las operaciones.
16 de agosto A las seis de la mañana Javier Ardines sale de casa camino del puerto. A las ocho, un vecino de la zona que paseaba a su perro encuentra el cadáver. Minutos más tarde se certifica su muerte y el Juzgado de Primera Instancia de Llanes se hace cargo de la investigación.
17 de agosto La autopsia, cuyo resultado se conoce oficialmente días más tarde, confirma que Ardines recibió varios golpes en la cabeza, uno de ellos en la nuca. También que el concejal se resistió y que terminaron asfixiándole.
18 de agosto Los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil al frente del caso reconstruyen las últimas horas de la vida de Ardines. Vecinos, familiares y amigos comienzan a ser interrogados y la psicosis empieza a extenderse. Algunos se prestan a que les realicen pruebas de ADN.
25 de agosto A pesar de que se decreta el secreto del sumario, se tiene la certeza de que no lo hizo una persona sola. La Guardia Civil busca el arma homicida mientras se suceden los actos de condena y los mensajes de apoyo a familiares y amigos.
20 de septiembre Los resultados de los restos de ADN encontrados en las manos de Ardines ya obran en poder de la Guardia Civil.
28 de septiembre La investigación se centra ahora en analizar las llamadas telefónicas realizadas en la zona horas antes del asesinato.
1 de octubre La juez prorroga un mes más el secreto del sumario.
19 de febrero de 2019 La Guardia Civil detiene a cuatro personas. Tres en Bizkaia y una en Suiza. Uno de los arrestados es un familiar del concejal que encargó su crimen «por celos».
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