Descienden los litigios en los juzgados vascos, pero aumenta el atasco

Subijana atribuye esta estadística a la «falta de jueces», a que «somos la comunidad con menos medidas de apoyo», esto es, con menos jueces de refuerzo en juzgados, y a la «carga de trabajo» que puede hacer que «la gente esté a punto de explotar». En este sentido, ha advertido que se están dando más jubilaciones voluntarias entre los jueces. Según la memoria judicial, en Euskadi contamos con 224 jueces, de los que 140 son mujeres y 84 hombres, con una media de edad de 51,1 años. La tasa de jueces por cada 1.000 habitantes, 10,1, se encuentra por debajo de la media nacional de 11,3, siete puntos menos que en Europa, y en la cola por comunidades, siendo Asturias la que tiene más togas, 15,4, y Castilla la Mancha, la que menos, 9. El presidente del Superior ha destacado que, aunque el Gobierno vasco ha hecho un esfuerzo inversor en «medios y edificios», el presupuesto de la CAV dedicado a Justicia es de «1,96%» del total.

El consejo de Gobierno del TSJPV aprobó en pleno solicitar la creación en 2024 de un nuevo juzgado de Primera Instancia en San Sebastián y otro de lo Social en Bilbao, donde también nace uno de Primera Instancia con el traslado de la sede de la Fiscalía. Respecto al segundo juzgado de Violencia sobre la Mujer de Vitoria, dado que el Primero arrastra 828 asuntos pendientes, lo que supone la suma de los otros cuatro existentes en Euskadi (dos en Bilbao, uno en Barakaldo y otro en San Sebastián), Subijana ha advertido que «por mí pediría 50 juzgados nuevos, pero tenemos que priorizar y hay otros con más carga de trabajo».

El Tribunal Superior planea poner en marcha en 2025 un plan piloto para celebrar juicios en euskera. El 45% de los jueces vascos están preparados para ello y se ha elegido a nueve juzgados para que pongan en marcha el proyecto. Subijana ha revelado que se están seleccionando procedimientos «con menos densidad probatoria y menos presencia de personas para que sea más factible celebrar el juicio en euskera». Para ellos, ha recordado, se necesita no sólo que todos los operadores jurídicos conozcan el idioma, sino también los ciudadanos, y hay que «garantizar elementos de traducción para que nadie se pueda quedar indefenso».

El presidente del TSJ se ha felicitado de que «en seis meses se haya digitalizado todo el sistema judicial vasco», aunque reconoce que hay espacio de mejora con la falta de oficina judicial aún en Bilbao, los documentos antiguos o la «textualización» de los juicios. También ha agradecido la conexión entre los sistemas de valoración de riesgo para víctimas de la violencia machista VIOGEN (Guardia Civil y Policía Nacional) y EBA (Ertzaintza y Policías locales) para que «cada juez y fiscal pueda contar con toda la información de las víctimas, también de las que ejercen el derecho de dispensa y retiran la denuncia, para tomar decisiones».

En cuanto a la protección de los menores, se muestra partidario de que realicen «una única declaración en un escenario acogedor y amable, fuera del entorno judicial« en la prueba preconstituida y que «el fiscal, el juez, el abogado... se desplacen en virtud del interés superior del menor».