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Mirari artime
Viernes, 3 de mayo 2019, 18:58
Los arrantzales han decidido aumentar las jornadas en las que dejan descansar los caladeros de anchoa del Golfo de Bizkaia para ralentizar la principal costera de la temporada. De esta manera, persiguen desahogar el mercado que ya no pueden absorber las intensas capturas registradas ... en los puertos vascos desde el inicio de la campaña de primavera.
Según los últimos datos ofrecidos ayer por el consejero de Agricultura, Pesca y Política Alimentaria del Gobierno vasco, Bittor Oroz, los muelles de Ondarroa y Getaria, seguidos por los de Hondarribia y Pasaia han recibido un total de 7.000 toneladas de esta especie tras un «intenso» arranque. «Han tenido que ir adoptando diferentes medidas, como la parada de la flota los lunes y viernes con el objetivo de rentabilizar las faenas», detalló.
En ese sentido, apuntó que los ajustes se han producido «ante una masiva descarga de ejemplares de tamaño óptimo para el mercado -de 45 a 60 piezas el kilo-, pero pequeño para la conserva, vía de comercialización principal ante la bajada de consumo de esta especie en las pescaderías». El presidente de las Cofradías de Gipuzkoa, Eugenio Elduayen, por su parte, explicó que «al haber tanta anchoa hay mucha oferta, nos comemos el cupo rápido y no sacamos la rentabilidad que nosotros quisiéramos».
En esa línea, y con el objetivo de apoyar al sector, Oroz abogó por «un reparto de la cuota como existe en estos momentos en el verdel de forma que cada flota tenga capacidad de autoregularse y de poder decidir qué tipo de anchoa va a salir a capturar y en qué momento». Los cerqueros del Cantábrico, que rondan las 150 unidades, tienen las posibilidades de apresar 29.770 toneladas de bocarte.
El elevado volumen de anchoa que inunda las lonjas ha afectado de manera directa a su cotización y los pescadores no están satisfechos con el valor que alcanza en su primera venta al situarse en 1,23 euros de media, aunque también ha llegado a comercializarse por debajo del euro. «Tenemos un amplio margen de cuota y no merece la pena malvender la pesca, es mejor descansar tanto nosotros como el caladero y confiar en que afloren las piezas más grandes, las que nos ayudan a rentabilizar la faena», añadieron portavoces del sector.
Por otra parte, las embarcaciones de artes menores, con base principalmente en el puerto de Bermeo, han sido los últimos en cerrar la costera del verdel que ha concluido con capturas que rondan las 8.810 toneladas. El precio medio en venta de esta especia ha rondado los 1,36 euros el kilo. Aunque son datos ligeramente inferiores al año pasado (11.000 toneladas), el consejero valoró de manera positiva la campaña, ya que «se ha alcanzado el 100% de la cuota vasca con una cotización media superior al del ejercicio anterior en el que se quedó los 97 céntimos de euro», precisó.
Oroz también enfatizó el «decidido apoyo del Ejecutivo autónomo a la totalidad de la cadena de valor del sector pesquero de Euskadi, desde la extracción hasta la comercialización» y recalcó los esfuerzos que se llevan a cabo para divulgar sus excelencias.
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