Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
«Les hemos convocado para comunicarles una decisión pensada, meditada y difícil, muy difícil». Con esta gravedad, proporcional a lo delicado de la cuestión, anunció ayer el consejero de Sanidad cántabro, Miguel Rodríguez, la decisión de imponer a Santoña un «cordón sanitario». La medida, adoptada ... para «velar por la salud de las personas» y «evitar un colapso de los servicios sanitarios», cayó como una bomba en la villa marinera, que se enfrenta a lo que en la desescalada tras el confinamiento masivo de la primavera habría sido una «fase uno ligera o una fase dos más estricta», según el responsable sanitario.
Durante las dos próximas semanas, la entrada y salida del municipio estará restringida, permitiéndose en casos «adecuadamente justificados» por razones médicas, laborales, educativas, para el cuidado de personas o para desplazarse a la residencia habitual. Dentro de Santoña «se recomienda encarecidamente a la población no salir de sus domicilios» y limitar los contactos. En las residencias se suspenden las visitas y salidas, los locales de restauración permanecerán cerrados y solo podrán dedicarse a preparar y distribuir comida a domicilio, y se cancelan las actividades deportivas, de ocio y espectáculos. Además, no podrá haber más de diez personas en bodas, entierros o cualquier otro evento. Al comercio no se hace ninguna referencia, pero Salud Pública indicó a este periódico que podrá seguir abierto.
situación «preocupante»
Las restricciones entraron en vigor en cuanto se publicaron en el Boletín Oficial de Cantabria, pocos minutos después de la rueda de prensa, aunque un juez tendrá que ratificarlas en las próximas horas. Responden a la evolución de la pandemia en el último mes. Según los datos ofrecidos por la directora general de Salud Pública, Paloma Navas, en Santoña había ayer 64 casos activos, de los 77 detectados durante el mes de agosto, con dos hospitalizaciones vinculadas al municipio pero ninguna en la UCI y sin fallecidos recientes.
Si en Cantabria la tasa de positivos es hoy de 193 por cada 100.000 habitantes, en Santoña alcanza los 526, con una población de unas 11.000 personas. En los municipios colindantes están detectando un aumento de los casos que si bien no es significativo, tampoco parece casual, señaló Navas. Un 32% de los contagiados tendría origen en el entorno laboral -hubo un brote en la conservera Atunlo-, otro 25% están focalizados en el ámbito domiciliario, el 13% en las actividades sociales o de ocio y, lo más preocupante a efectos de control, un 29% de los casos tiene un origen «desconocido».
Aunque se cree que el incremento se debe a «brotes de origen laboral», el escenario es ya «de transmisión comunitaria». El consejero de Sanidad confirmó que hoy se reunirán con las industrias conserveras para «reforzar las medidas de prevención», aunque las inspecciones de las últimas semanas no han revelado «dejación de medidas». Sí alguna «deficiencia» de la que ya han sido apercibidos para subsanarla, si bien Navas pidió no «focalizar» lo que está sucediendo en este tipo de factorías «porque no es el caso».
fase 2 intensiva
Con ser elevados en términos relativos respecto a otros municipios, más que los números en sí lo fundamental es «la forma de transmisión», precisó la directora de Salud Pública. Al surgir un positivo se buscan los contactos primarios, luego los secundarios (los contactos de los contactos) y así sucesivamente. «Si observamos que aparecen casos también en los contactos terciarios o cuaternarios es preocupante, quiere decir que las medidas que estábamos tomando no están funcionando», admitió Navas. Justo lo que está ocurriendo en Santoña.
El confinamiento de la villa exigirá la intervención de las fuerzas del orden. El coronel de la Guardia Civil Luis del Castillo, presente en la rueda de prensa, explicó que movilizará a medio centenar de agentes que actuarán «con los apoyos pertinentes de la Policía Local». El operativo inhabilitará la entrada al municipio por la carretera de los puentes y se restringirá a la vía que conecta con Argoños. El instituto armado controlará además el acceso por mar de las embarcaciones deportivas.
Tanto el consejero como la directora de Salud Pública subrayaron que lo sucedido en Santoña es «una llamada importante a toda la población de Cantabria». Pidieron «limitar el contacto social» no solo en el municipio, sino en toda la comunidad. «Todos podemos ser cortafuegos o diseminadores», aleccionó Paloma Navas a los ciudadanos.
Los vecinos de Santoña tenían que estar contando las horas para comenzar mañana sus fiestas patronales de la Virgen del Puerto. Este año de pandemia ya habían asumido que no iba a haber ni procesión marítima, ni marmitada, ni toros, ni fuegos artificiales... Lo que no se podían imaginar es que iban a pasar los festejos con los accesos al municipio cerrados a cal y canto y con los bares y restaurantes clausurados. El silencio ha vuelto a las calles y plazas de un pueblo que se caracteriza por su gran vida social.
El anuncio, poco después de la una de la tarde, de que volvían a la casilla de la fase 2, en su versión más estricta, cayó como un jarro de agua fría. «Un mazazo». La medida fue recibida con «rabia, tristeza e indignación». Y es que hay un sentir general de que «esto ya se veía venir y se tenían que haber tomado medidas mucho antes de llegar a esta situación».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.