¿Quién debe comerse la última croqueta? Esto es lo que dice una experta en protocolo

Entre otras normas y consejos, la especialista afirma que los churros «no se pueden mojar en el café ni en el chocolate»

Martes, 21 de mayo 2024

A la hora de salir a comer o cenar con un grupo numeroso de personas, y especialmente cuando se trata de entornos más formales como bodas o eventos de empresa, surgen ciertas dudas sobre cómo debemos comportarnos en la mesa. ¿Dónde colocamos las servilletas? ¿En qué posición ponemos los cubiertos cuando acabamos de comer? ¿Podemos llevarnos a la boca algunos alimentoscon las manos? y, lo más importante, ¿quién debe comerse la última croqueta?

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Para tratar de resolver esta y otras cuestiones, María José Gómez y Verdú, experta en protocolo y conocida en redes sociales como @protocoloyetiqueta.es, ha arrojado algunas pistas en el podcast de alimentación '¿Cómo comes?'.

Entre los diferentes consejos que ofrece esta experta, cuenta que si vamos a cenar a casa de unos amigos no debemos sentarnos a la mesa hasta que no lo hagan los anfitriones, lo mismo pasa con el momento de empezar a comer. Cuando la velada está a punto de terminar, suele ocurrir que queda algo de comida en los platos, esas porciones que todo el mundo está mirando y nadie se atreve a coger. A la pregunta de a quién le corresponde la croqueta de 'la vergüenza', la experta en protocolo detalla que, en este caso, «el anfitrión no debe terminar el plato, si no que debe cedérsela a sus invitados para que sean ellos quienes degusten esa última croqueta», cuenta.

Los churros no se pueden mojar

En cuanto a comer con las manos, cita una hamburguesa, un sandwich, un bocadillo... elementos que lleven pan. Las gambas, depende de la situación. En un ambiente formal con cuchillo y tenedor, más que nada por el olor que queda en las manos.

El caso más particular llega con los churros, que sí podemos comer con las manos, pero «no se pueden mojar en el café ni en el chocolate». Una respuesta que «ha causado mucha polémica en mi Instagram». La explicación pasa porque los churros surgieron como «una especie de pan seco que se llevaban los ganaderos cuando salían a trabajar y duraba mucho tiempo en buen estado». Con el paso de los años «lse hemos dado otra utilidad, que es mojarlos«, pero en público «deberíamos de comer los churros y el chocolate por separado».

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