Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
rafa torre poo
Miércoles, 4 de diciembre 2019, 23:25
Muhamed tenía 20 años cuando decidió huir de Guinea-Conakri. Su intención era llegar a Europa. Estuvo encaramado en la segunda valla de Ceuta desde las seis de la mañana hasta la una de la tarde. Las concertinas –afiladas cuchillas unidas a un alambre que ... hay en las fronteras de Ceuta y Melilla– le rajaron la muñeca, por lo que tuvo que ser operado. Cuando se recuperó, había perdido movilidad en esa zona y en el dedo pulgar. El martes el Gobierno comenzó a retirarlas dentro de un plan más ambicioso de «modernización de las fronteras» de las dos ciudades autónomas. Es una promesa que hizo hace varios años Pedro Sánchez si llegaba al poder y que refrendó su ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska.
Lo que no han detallado desde el Ejecutivo es qué pondrán en su lugar. «Puede que no sean cuchillas pero podrían ser otros artilugios que también atentasen contras los derechos humanos», denuncia Verónica Barroso, responsable de Relaciones Institucionales de Amnistía Internacional. Desde Interior se limitan a explicar que serán «elementos más seguros y menos lesivos». Los trabajos durarán diez meses y han sido encargados a la empresa Tragsa. La retirada de las concertinas es solo una medida más del Plan de Refuerzo y Modernización del Sistema de Protección Fronteriza Terrestre en Ceuta y Melilla, que es como se llama el documento aprobado por el Consejo de Ministros en enero. De los 32 millones de inversión total, 8,3 irán destinados a la valla de Ceuta y 9,5 a la de Melilla.
Las concertinas fueron instaladas en un principio como «elementos disuasorios». Fue el Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero el primero que las empleó, en 2005. Son similares a un alambre de espino y se popularizaron durante la Segunda Guerra Mundial por la facilidad para su instalación en los campos de batalla. La polémica desatada y los primeros heridos hicieron reflexionar al presidente socialista, que retiró algunas en la valla de Melilla. Mariano Rajoy las recuperó en 2013, según explicó, «para controlar los saltos masivos». El Ejecutivo del PP fue un paso más allá y no solo las colocó en su parte más alta, también a media altura y a ras de suelo. El entonces ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, aseguró que solo provocaban «heridas superficiales». Una idea en la que insistió el fabricante, una empresa malagueña. «El efecto es similar a un picotazo. Si te pinchas y te pones agresivo y tiras de la mano, claro, te rajas», afirmaron sus responsables.
Pero la realidad dejó un reguero de inmigrantes ensangrentados, con profundos cortes en manos y piernas. Desde Oxfam Intermón aseguran que fueron las responsables «de la muerte de un senegalés en 2009 y de otra persona en 2011». Hasta la Defensora del Pueblo en 2013, Soledad Becerril, pidió su retirada.
Gobierno de Ceuta
Nadie ofrece una cifra exacta del número de heridos durante todo este tiempo. El Gobierno ha precisado que el Sistema Estadístico de Criminalidad (SEC) no cuenta con datos sobre la hospitalización de personas con cortes u otras lesiones. Así lo desveló en febrero el diputado de Comopromís, Enric Bataller i Ruiz, tras registrar una respuesta por escrito en el Congreso y recibir la respuesta. Cuando una persona se hiere, es atendida por la Sanidad pública española. Tampoco las ONG que trabajan en la zona disponen de números. Sí celebran la medida gubernamental, pero con algún reparo. «Mientras nos llega la noticia de que España comienza a retirar las concertinas, somos conocedores de cómo Marruecos refuerza todo su perímetro fronterizo con fondos de la Unión Europea y de España», explica Estrella Galán, directora de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR). Una afirmación que comparten desde Amnistía Internacional. «Sabemos que Marruecos está recibiendo ayudas, pero no nos han contado ni cuánto ni para qué», admite Verónica Barroso.
El país vecino, según constataron mandos de las fuerzas de seguridad en Ceuta, comenzó en enero la instalación de una alambrada «bastante primitiva» de dos metros de altura formada por dos enormes concertinas superpuestas a la par del sistema perimetral fronterizo español. El Ministerio del Interior ha optado desde entonces por guardar silencio al respecto. Así que los inmigrantes que intentan acceder a España siguen teniendo el mismo problema: si antes le herían las cuchillas españolas, ahora lo harán las marroquíes.
El Gobierno del Partido Popular en la ciudad autónoma se limitó a explicar ayer a este periódico que su apuesta «no pasa por las concertinas: solo queremos una frontera segura, ordenada y que se respete». En este sentido, admite que «puede haber otros elementos tecnológicos compatibles a ultranza con la defensa de los derechos humanos».
El Ministerio del Interior no concreta y se escuda únicamente en que serán métodos «menos cruentos». La que más detalles da es la delegada del Gobierno en Ceuta, Salvadora Mateos. En declaraciones al diario 'El Pueblo de Ceuta', en mayo admitió que «se elevará la altura de la valla y se instalarán cilindros rotatorios que impedirán los saltos». Eso fue, cuenta el rotativo, lo que les transmitió el Ejecutivo central a ella y a su homóloga melillense.
Estrella Galán, Directora de CEAR
El resto de medidas para controlar las fronteras en el punto más meridional de España aparecen relatadas en el proyecto de modernización aprobado por el Consejo de Ministros. Hay estrategias a corto y medio plazo. Una de ellas, considerada «estratégica», es el nuevo circuito cerrado de televisión en el perímetro de Ceuta. En total, 66 cámaras, 14 de ellas térmicas. También se instalarán sistemas de reconocimiento facial en los puestos fronterizos de El Tarajal y en los melillenses de Beni Enzar, Barrio Chino, Mariguari y Farhana.
Desde Interior explican que la actuación en las vallas «es la primera de entidad estructural y modernización tecnológica que se lleva a cabo en los últimos trece años». Antes han realizado un estudio técnico, encomendado a la empresa Ingeniería de Sistemas para la Defensa de España (Isdefe), dependiente del Ministerio de Defensa. Se centró en la búsqueda, análisis y evaluación de alternativas técnicas a las concertinas. Sin embargo, no ha trascendido qué las sustituirá. Además de la supresión, las intervenciones contemplan la recimentación del vallado o la construcción de nuevos sectores en las zonas de mayor vulnerabilidad. No descartan que, en algunos puntos, la altura de los vallados tenga que elevarse hasta los diez metros.
Hay otros proyectos en proceso de ejecución: las obras de mejora del tránsito de peatones, que cada día cruzan entre España y Marruecos, en el puesto fronterizo de El Tarajal, en Ceuta; así como la instalación de una nueva red de fibra óptica y mejora del circuito cerrado de televisión en todo el perímetro fronterizo de Melilla.
¿Qué es una concertina? Es un alambre de púas o en forma de cuchillas fabricado para ser desplegado en forma de armazón. Fue desarrollado y muy utilizado durante la Segunda Guerra Mundial.
8,2 kilómetros de perímetro fronterizo separan Ceuta de Marruecos. Es aquí donde el Ministerio del Interior comenzó el martes la retirada de las primeras concertinas. Los trabajos, calculan, durarán diez meses.
Plan de «modernización». La actuación del Gobierno para quitar todas las cuchillas de las vallas de Ceuta y Melilla se engloba dentro de «un plan de modernización» de las fronteras. Se aprobó en un Consejo de Ministros en enero con un presupuesto total de 32 millones de euros.
17,8 millones de euros es el presupuesto de la primera fase de las obras de modernización y refuerzo de la seguridad en las vallas de las dos ciudades autónomas. Serán 8,3 millones para la frontera de Ceuta y 9,5 para la de Melilla.
Otras medidas. El plan del Ministerio del Interior cuenta con medidas a corto y medio plazo. Destacan la instalación en Ceuta de un circuito cerrado de televisión con 66 cámaras, 14 de ellas térmicas, o sistemas de reconocimiento facial en algunos puestos fronterizos.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.