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Oskar Ortiz de Guinea
Lunes, 17 de febrero 2025, 16:47
Un profesor de un centro educativo de Irun ha sido condenado en la Audiencia Provincial de Gipuzkoa a una condena de cuatro años de cárcel ... por un caso de abuso sexual a una alumna de 12 años. Además, el tribunal le ha impuesto siete años de inhabilitación para el ejercicio de su profesión y tres de alejamiento de la víctima, a la que deberá indemnizar con 6.000 euros. En el juicio, que tuvo lugar durante la segunda semana de diciembre, el docente se declaró inocente.
Según ha trasladado el despacho de abogados de Irun que representa a la joven, la familia ha recibido con satisfacción la sentencia, aunque también con cautela porque el fallo no es firme y, por lo tanto, podrá ser recurrida ante el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco.
Los hechos habrían tenido durante el curso escolar del año 2016-2017, cuando la niña tenía 12 años, aunque la menor no lo hizo público hasta cuatro años después, que decidió contárselo a su madre, al parecer animada por una amiga. Según recogía el escrito de acusación de la Fiscalía de Gipuzkoa, todo ocurrió después de la hora del comedor, en el rato previo al comienzo de las clases por la tarde. Era un día que llovía, por lo que el acusado se dirigió a un grupo de alumnas de otra clase distinta a la suya que jugaban en el patio, a las que instó a que fueran a una de las aulas a pintar.
Tras aceptar la propuesta, todas ellas se sentaron juntas en cuatro pupitres. «Mientras las niñas pintaban, el acusado situó una silla junto a una de ellas. Le indicó que pusiese su mano izquierda colgando y que cruzase sus piernas, pues era bueno para la espalda». La menor presuntamente «le comentó que estaba incómoda, pero pese a ello mantuvo dicha posición, al tiempo que se dispuso a pintar. Transcurridos unos minutos, la menor notó algo espeso y húmedo sobre su mano, y al mirar pudo ver el pene» del acusado. «En ese mismo momento sonó la alarma para acudir a las clases, por lo que todas las niñas se ausentaron del aula».
En la vista oral, la denunciante declaró a puerta cerrada, mientras que la madre contó que su hija no le contó lo sucedido hasta el año 2021, cuando le informó de los hechos tras ver al profesor en el centro educativo. Al oír el relato de su hija, los padres fueron a hablar con la directora del centro, quien les recomendó presentar la correspondiente denuncia.
La Fiscalía entendía que los hechos son constitutivos de un delito de abusos sexuales sobre una menor de 16 años, en su modalidad de participación en acto sexual, por lo que pedía un año y medio de cárcel. La familia, sin embargo, reclamaba un castigo mayor pero ha recibido con satisfacción la condena de cuatro años de cárcel y siete de inhabilitación.
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