Comunidades de vecinos de Castro, Noja y Laredo denuncian a una empresa que les cobró tres millones por obras sin terminar

«El modo de actuar de esta empresa avilesina siempre ha sido el mismo en todas las comunidades. Ofrecía precios y condiciones muy favorables y solicitaba el pago por adelantado de un porcentaje de la obra, luego aparecían por la comunidad los trabajadores pero a los pocos días se marchaban y no se volvía a saber nada de la empresa ni de su responsable», explica en este sentido José Manuel Marta Gómez, portavoz de una comunidad de vecinos de Castro Urdiales afectada por esta 'estafa del ascensor', como ellos mismos la han bautizado. Al parece en Cantabria hay 27 comunidades afectadas: dos en Castro Urdiales, nueve en Laredo, seis en Santander, tres en Santoña, una en Colindres, una en Noja, una en Ajo, otra en Reinosa y otra en Vargas.

Fue precisamente esta comunidad de Castro la que denunció los hechos a través de Facebook «y cuál fue mi sorpresa cuando empezaron a aparecer otras comunidades estafadas por la misma empresa y de momento ya vamos veinticinco entre Cantabria y Asturias», aseguran.

En ese grupo de afectados ya hay varias comunidades que han denunciado los hechos ante la justicia. Que se sepa, al menos hay dos portales de Avilés afectados y ambos están en el barrio de Versalles, aunque podría haber más que no hayan denunciado los hecho.

Uno de ellos es el del número 17 de la calle Pelayo, donde los vecinos están viviendo un calvario porque apenas pueden utilizar las zonas comunes del edificio desde hace meses. «Empezaron a trabajar en enero del año pasado y vinieron cuatro días contados a abrir toda la parte trasera del edificio porque la obra era para instalar un ascensor. Pero hace como un mes vinieron por última vez y desaparecieron», lamentan los vecinos de esta comunidad de Versalles.

«Hemos intentado ponernos en contacto con el dueño de la empresa sin éxito, está desaparecido y nos dicen que puede estar huido fuera de España, el caso es que se han llevado más de 10.000 euros de cada vecino y nos han dejado la escalera impracticable», recalcan.

«El caso está en manos de abogados y ya nos advierten que será difícil recuperar el dinero perdido porque el gerente de la empresa puede declararse insolvente, pero queremos que esto se sepa para que nadie más caiga en la trampa y para saber si hay más comunidades afectadas en Avilés que se unan a la demanda colectiva», explica el cántabro José Manuel Marta Gómez, que denuncia «el mal que ha hecho esa empresa a cientos de personas en todo el norte de España».