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El nuevo modelo de gestión de comedores escolares permitirá desde el próximo curso a las asociaciones de padres de alumnos de cada colegio (Ampas) gestionar directamente el servicio. Sin embargo, esta decisión de Educación ha abierto un nuevo frente en la enseñanza vasca. Sindicatos, ... la federación de padres (Ehige), y los empleados de las cocinas rechazan el proyecto. Las trabajadoras se oponen a esta fórmula porque deja en manos de las escuelas la contratación de las plantillas de los comedores y temen que podría poner en peligro sus puestos.
Los padres de alumnos llevaban años reclamando un modelo de comedor que permita la elaboración en las instalaciones de los propios centros de menús más sanos, con productos locales y frescos. Rechazaban que el único sistema que autorice el Gobierno vasco fuera los servicios de catering de empresas de hostelería. Educación recogió esas reclamaciones y creó en diciembre de 2017 una comisión de comedores compuesta por representantes del Departamento de Salud, del de Desarrollo Económico, la Fundación Vasca para la Seguridad Agroalimentaria, así como representantes de centros educativos públicos, asociaciones de familias y trabajadores de cocina dependientes de Educación.
Tras varios meses de reuniones, «análisis de iniciativas presentadas por diversos organismos la consulta a expertos y varias experiencias piloto», según detalla Educación, la consejería ha decidido permitir que las Ampas gestionen directamente los comedores de escuelas públicas. Pero los padres deberán asumir todo el proceso, desde la contratación de los profesionales de cocina, la adquisición de los productos o la gestión de la seguridad alimentaria e higiénica.
Hay cerca de 380 cocineros que son empleados públicos en los comedores escolares -la mayoría son mujeres- y otros más de doscientos trabajadores son sustitutos e interinos. «Educación no garantiza el mantenimiento de los empleos con el nuevo modelo de gestión», advierten los portavoces de UGT. «Se ponen en peligro los 600 puestos de trabajo que hay en la actualidad. El Departamento de Educación se desentiende de todo el proceso, de modo que las direcciones de los centros y las Ampas decidirán los perfiles que deben tener los empleados de los comedores», añade UGT. «Si no nos ajustamos a lo que pide el colegio pueden prescindir de nuestros servicios. Educación nos mandaría a otros destinos, podemos ir de colegio en colegio y acabar en otras provincias. Y en el caso de los trabajadores que no son funcionarios perderían su empleo», se queja una de las cocineras afectadas.
Para UGT «está claro» que lo que quiere el Gobierno vasco es «privatizar el servicio» y ha anunciado que «vamos a utilizar todas las herramientas sindicales y judiciales que estén a nuestro alcance» para evitarlo. El sindicato CC OO ha denunciado, por su parte, la falta de «información veraz sobre el nuevo modelo» y demanda una reunión «urgente» con el Departamento.
Las federación de padres de alumnos de la escuela pública, Ehige, considera que la decisión ha sido «unilateral» y que con el nuevo modelo el Gobierno vasco hace «dejación de sus funciones» al plantear que toda la responsabilidad de los comedores recaiga en las Ampas. Creen que el sistema es «inviable» porque «no contaría con una financiación sólida» por parte de la Administración. Educación ha asegurado que los trabajadores del servicio de comedores «en ningún caso» perderán su empleo. La consejera Uriarte aclaró ayer, además, que «no hay nada decidido, no hay decretos», es algo «por debatir».
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