Catorce años hará en septiembre que el 'Mars Reconnaissance Orbiter' de la NASA da vueltas alrededor del planeta rojo. Es la tercera nave más veterana en activo en el mundo vecino, por detrás de la también estadounidense 'Mars Odyssey' y de la europea 'Mars ... Express', que llevan allí desde octubre de 2001 y diciembre de 2003, respectivamente. El 'MRO' despegó el 12 de agosto de 2005 y, desde que llegó a Marte, ha estudiado su atmósfera y geología, y lo ha cartografiado en alta resolución.
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Pero lo más impactante han sido, sin duda, las fotos tomadas por su cámara HiRISE (de Experimento Científico de Imágenes de Alta Resolución, en inglés), vistas aéreas como las incluidas en esta página. No sólo son espectaculares, sino que además en muchos casos contienen valiosa información científica. «Cuanto más miramos, más descubrimos. Antes del 'MRO', no estaba claro qué había cambiado realmente en Marte, si algo había cambiado. Pensábamos que la atmósfera era tan tenue que casi no había movimiento de arena y que la mayoría de los movimientos de dunas habían ocurrido en el pasado remoto», reconoce Leslie Tamppari, científica de la misión en el Laboratorio de Propulsión de Chorro (JPL) de la NASA
Construida por la Universidad de Arizona, la HiRISE costó 40 millones de dólares y es uno de los seis instrumentos científicos del 'MRO'. Pesa 65 kilos, ha sacado hasta el momento 6.882.204 fotos y es capaz de distinguir objetos de sólo un metro de diámetro a cientos de kilómetros de distancia. Gracias a esa agudeza, ha mandado imágenes increíbles de torbellinos de polvo ('dust devils') serpenteando por la superficie del planeta como la que ven aquí. Cazó al 'monstruo' el 6 de febrero de 2012 desde 297 kilómetros de altura sobre Amazonis Planitia, al norte de Marte. La foto abarca unos 644 metros, y el torbellino tiene más de 800 de altura, como el Burj Khalifa de Dubái, el edificio más alto del mundo, y más del triple que la Torre de Cristal de Madrid, el más alto de España.
También ha retratado las ondas en la arena y enormes dunas como la que el 9 de febrero de 2009 vio en la región del cráter Proctor, al sur de Marte. No es que el planeta rojo se vuelva en ocasiones azul. El color, en esta y otras imágenes, es falso. Se ha añadido para acentuar detalles como la cumbre de la duna y las ondas en la arena. Azul también parece el entorno de un muy reciente cráter de impacto que el 'MRO' fotografió el 19 de noviembre de 2013. Los científicos saben que es muy reciente porque no estaba ahí en julio de 2010, cuando la nave pasó también sobre el lugar. La atmósfera de Marte tiene solo un 1% de la densidad de la de la Tierra y eso hace que la superficie esté más expuesta a choques de rocas que en nuestro planeta se desintegran al entrar en la atmosfera. El cráter de la imagen, de 30 metros, está rodeado por las trazas que dejó la explosión, que lanzó material a una distancia de hasta 15 kilómetros.
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Desprendimientos, tormentas, Fobos... Hay muchas más imágenes extraordinarias en la web de la misión (mars.nasa.gov/mro) al alcance de un clic.
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