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Una muestra de pelo del jefe sioux Tatanka-Iyotanka (1831-1890), conocido como Toro Sentado, ha permitido establecer por primera vez a través del ADN el parentesco entre un personaje histórico y uno de sus descendientes vivos. Según la genética, el nativo americano Ernie LaPointe, ... nacido en 1948 en una reserva india de Dakota del Sur, es biznieto del líder espiritual de los lakota. El avance gracias al que se ha confirmado el parentesco ha sido posible gracias a un nuevo método de análisis desarrollado por un equipo liderado por el genetista Eske Willerslev, de la Universidad de Cambridge y el Centro de Geogenética de la Fundación Lundbeck.
A los investigadores, que publican el trabajo en la revista 'Science Advances', les ha llevado catorce años dar con el modo de extraer ADN útil del pelo de Toro Sentado, porque este estaba muy degradado. La muestra estuvo guardada durante un cien años a temperatura ambiente en el Museo de Historia Natural de Washington. En 2007 el Instituto Smithsoniano se la dio a LaPointe y sus tres hermanas, los únicos parientes vivos del jefe sioux según certificados de nacimiento y defunción, un árbol genealógico y registros históricos.
La nueva técnica de análisis se basa en el ADN autosómico, los genes de los 22 pares de cromosomas no sexuales. Como heredamos una mitad del ADN autosómico de nuestro padre y la otra de nuestra madre, se pueden verificar las coincidencias genéticas independientemente de si un antepasado está en el lado paterno o el materno, explican los investigadores. «El ADN autosómico es nuestro ADN no específico de sexo. Logramos ubicar cantidades suficientes de ADN autosómico en la muestra de cabello de Toro Sentado y compararlo con el ADN de Ernie LaPointe y otros lakota sioux, y nos alegró descubrir que coincidían», explica Willerslev. La ciencia demostraba así que LaPointe es biznieto de Toro Sentado y, junto con sus hermanas, su descendiente vivo más cercano.
«Muchas personas han tratado de cuestionar el parentesco de mis hermanas y yo con Toro Sentado», ha recordado el biznieto del jefe indio. Hay dos sitios que compiten por ser su lugar del enterramiento, Fort Yates (Dakota del Norte) y Mobridge (Dakota del Sur), y ambos atraen visitantes. LaPointe cree que los restos de su bisabuelo descansan en Mobridge, un lugar sin conexión con Toro Sentado ni su cultura. Ahora espera que la nueva técnica permita analizarlos para confirmar que los huesos son del líder indio y, si es así, trasladarlos a otro lugar.
En junio de 1876, Toro Sentado lideró a 1.500 guerreros lakota en la batalla de Little Bighorn (Montana), donde los nativos mataron a 268 soldados, incluido el general Custer, un episodio que pasó a la Historia como símbolo de la resistencia india al hombre blanco. Considerado jefe supremo de la nación sioux, se entregó a Estados Unidos en 1881, después de cuatro años refugiado en Canadá. De vuelta a su país, pasó el final de su vida en una reserva, donde en 1890 lo asesinó un policía indio cuando iba a ser arrestado.
«Toro Sentado siempre ha sido mi héroe, desde que era niño. Admiro su coraje y su empuje. Por eso casi me atraganto con el café cuando leí en una revista en 2007 que el Museo Smithsoniano había decidido devolver el pelo de Toro Sentado a Ernie LaPointe y sus tres hermanas, de acuerdo con la nueva legislación estadounidense sobre repatriación de objetos de museo», recuerda Willerslev. El científico escribió inmediatamente a LaPointe, le explicó su trabajo y le dijo que «consideraría un honor» comparar el ADN de él y sus hermanas con el del líder lakota.
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