«El canto puede terminar con la soledad no deseada»

'Hariak' surge de la mano de la Diputación de Gipuzkoa a través de la Fundación Adinberri, que entre sus objetivos principales tiene trabajar por «una sociedad cohesionada e inclusiva». De ahí surge 'Hariak', la estrategia de Gipuzkoa ante las soledades no deseadas, en la que también colabora el Gobierno vasco.

Desde su puesta en marcha apuesta especialmente por fomentar la actividad coral de coros referentes en Gipuzkoa como espacios naturales de prevención de las soledades no deseadas. El coro Illunbe, por ejemplo, «está formado por medio centenar de personas, de 55 a 85 años», explica Josu, que se muestra convencido de que «el canto coral puede ser un elemento para terminar con las soledades no deseadas. El canto coral, que aquí está tan enraizado, sirve para crear esos hilos entre personas de los que habla la estrategia 'Hariak' y también 'Hariak Kantuz'», y Maite lo ha vivido en su propia piel. Sus compañeros de canto se han convertido en sus amigos. «Somos una gran cuadrilla», apunta.

Ensayan dos días por semana, los lunes y miércoles, y realizan una veintena de actuaciones al año. «Somos muy activos», ríen. En el año que lleva Maite en Illunbe ha participado en actuaciones de Navidad, Santa Águeda, Carnavales... «No hemos parado. Estoy encantada».

Ella se unió a este coro el año pasado, a los 77. «Mi marido era 'txistulari' y toda la familia hemos estado muy relacionados con la música. Le hicieron un reconocimiento y me invitaron. Ahí Josu me dijo que me animara, porque sabía que he cantado durante 23 años. Lo hice y estoy muy contenta. Tuve unos años muy malos, y gracias a esta iniciativa he hecho una cuadrilla con la que me veo a menudo. Hemos hecho piña», se congratula Maite.

A fin de cuentas, en el coro Illunbe «la música es el medio, pero no es el fin. Hemos tejido una red de amistades muy grande, sin descuidar la música. Hay disciplina. Hay un trabajo musical claro, pero el objetivo es tejer esa red, por eso somos parte de la estrategia 'Hariak'», explican tanto Josu como Maite, que cuentan que «hay coralistas de 80 años que salen de casa solo para un ensayo. Tienen una gran motivación y compromiso con el coro y eso es muy bonito».

Para unirse al coro, además, no hace falta ningún tipo de recorrido musical. «No es necesario saber leer música para poder cantar bonito, lo importante es el oído y, sobre todo, la actitud. Esto al final te engancha», dice Maite. «He conocido muchísima gente desde que me apunté a este coro». Eso es lo que se busca a través de la estrategia 'Hariak', y más concreto de 'Hariak Kantuz', que además incentiva los formatos corales intergeneracionales mediante el establecimiento de eventos y actividades en las que los coros infantiles colaboren con los otros coros adultos, con el objetivo de fortalecer la red coral guipuzcoana y asegurar su continuidad como espacio de prevención primaria de situaciones de soledad no deseada en el territorio.