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Javier Peñalba
Jueves, 21 de marzo 2019, 23:45
Algunas zonas del litoral cantábrico empiezan ya a adoptar medidas para blindarse ante la posible llegada a aguas costeras de los restos de la marea negra que continúa a merced de los vientos y las corrientes en el Golfo de Vizcaya, tras el hundimiento del ... mercante 'Grande America'. Asturias ha sido la primera comunidad en activar el plan de contaminación marina por el vertido del buque italiano. En Euskadi todavía no se ha adoptado ninguna decisión en este sentido, si bien se viene realizado un seguimiento de la deriva de las manchas y en cuanto exista un riesgo real se pondrá en marcha de manera inmediata el dispositivo oportuno, advierten desde el Ejecutivo vasco.
«Las corrientes y el viento hacen que la mancha de fuel se desplace en dirección este-nordeste, por lo que avanza hacia la costa española», explicaron ayer desde el Servicio de Emergencias del Principado tras la activación del plan de contingencia por contaminación. A partir de este momento, en Asturias permanecen expectantes ante cualquier nueva información que llegue de la zona, así como a las predicciones meteorológicas y al estado de la mar. El objetivo es «anticiparnos en el caso de que la mancha de fuel avance hacia la costa asturiana», explicaron desde Emergencias. «Si esto ocurriese, se activarían otros dispositivos de retención y limpieza para mantener el petróleo alejado de la costa», afirman desde el Principado.
En Euskadi se realiza desde hace días un seguimiento sobre del rumbo que siguen los restos del hidrocarburo. En las horas posteriores al naufragio, ocurrido el martes de la semana pasada, todo hacía suponer que las dos manchas que inicialmente se formaron, una de trece kilómetros de longitud y otra de nueve –ambas tenía siete metros de anchura–, terminarían por impactar en la costa francesa empujadas por los vientos de oeste. Sin embargo, en las horas posteriores, la dirección roló a norte, con lo que los restos empezaron a aproximarse a la costa española. En las últimas horas, con la mar en calma, el viento del este-nordeste arrastra la materia contaminante hacia el oeste, con lo que se acerca a la parte asturiana.
La consejera vasca de Seguridad reiteró ayer que el Ejecutivo mantiene el seguimiento sobre las manchas de combustible «por lo que pudiera ocurrir y por la previsión de que, aunque con una probabilidad a día de hoy todavía escasa, pudieran llegar restos del fuel derramado. Estamos informados», manifestó Beltrán de Heredia.
Quienes también se muestran preocupados son los pescadores vascos que ayer mantuvieron una reunión en Pasaia con representantes de la Capitanía Marítima. Los arrantzales fueron informados del dispositivo que hay desplegado, tanto en el punto del hundimiento como en otras zonas en las que se lleva a cabo la recogida. En total son once los buques que se encuentran en el área del siniestro. En la vertical del naufragio, donde todavía son visible irisaciones superficiales con montones de fuel oil pesado, permanecen los remolcadores españoles 'Alonso de Chaves' y 'María de Maeztu', así cono el 'Partisan' y el remolcador 'Kermor'. También trabajan en las labores de recogida el 'Argonaute', el 'Sapeur' además del 'Rhône' y el 'Ría de Vigo'. Estos últimos están centrados en la contaminación inicial que se desvió y que está compuesta por pequeños grumos de combustible dispersos.
Junto a todos ellos se encuentran, asimismo, el 'Union Lynx' y 'Miniplon', fletados por la empresa Grimaldi, armadora del mercante hundido, y la barcaza 'Dora', contratada también por el armador para reforzar el dispositivo. De forma paralela a la acción de las autoridades marítimas, los propietarios del mercante trabajan actualmente en enviar un barco especializado equipado con un vehículo submarino de exploración para inspeccionar los restos del 'Grande America'. Su llegada a la zona está prevista para el lunes 25 de marzo.
Los pescadores, tal y como manifestó a este periódico Miren Garmendia, secretaria de la Federación de Cofradías de Gipuzkoa, se muestran pendientes de la deriva de la mancha y a la vez vigilantes por lo que pueda suceder, aunque las instituciones insistan en que no se aprecia riesgo para la costa vasca en las condiciones meteorológicas y marítimas actuales.
Ayer, los buques anticontaminacion prosiguieron con las labores de retirada del fuel. El buen estado de la mar favoreció por segundo día consecutivo las maniobras de limpieza y se pudieron eliminar importantes acumulaciones de galipote. De momento se desconoce la fecha aproximada en la que el fuel puede arribar a la costa. «Se estima que en unos siete días no llegará a tierra, ni a Francia ni a España», afirma Manuel González, técnico de Azti.
Por otro lado, el prefecto marítimo del Atlántico, el vicealmirante Jean-Louis Lozier, recibió ayer por la tarde en la Prefectura Marítima de Brest a representantes de asociaciones medioambientales a los que informó sobre el material que transporta el barco siniestrado.
11 buques hay desplegados en la zona del siniestro, entre ellos los españoles 'Alonso de Chaves' y el 'María de Maeztu', de Salvamento Marítimo, y el 'Ría de Vigo'.
Prevención. El Gobierno vasco mantiene el seguimiento sobre las manchas «por lo que pudiera ocurrir».
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