Urgente Grandes retenciones en la A-8, el Txorierri y la Avanzada por la avería de un camión
La Fundación Sandra Ibarra ha creado una aplicación para unir a supervivientes y pacientes del cáncer. Ignacio Pérez
Sandra Ibarra | Presidenta de la Fundación Sandra Ibarra

«El cáncer es la gran pandemia de este siglo y ello requiere más investigación»

La modelo denuncia la «falta de recursos» del sistema sanitario y alude que «los enfermos de cáncer se curan o no según su código postal»

Domingo, 12 de mayo 2024, 20:49

A Sandra Ibarra (Medina del Campo, 1974) le diagnosticaron su primer cáncer con 20 años. Y cuando creía estar curada, la leucemia volvió a golpearla siete años después. Apenas «era una niña» y fueron sus «ganas de vivir» lo que le ayudó a superar la ... enfermedad. La modelo, que dirige la fundación de apoyo a los supervivientes y pacientes de cáncer que lleva su nombre, ha viajado esta semana a Bilbao para participar en los actos organizados por el Colegio de Enfermería con motivo del Día Internacional de esta disciplina sanitaria, que se celebra hoy, 12 de mayo. «Las enfermeras son las grandes cuidadoras», subraya.

Publicidad

-Dígame lo primero que le venga a la cabeza con la palabra 'cáncer'.

- Vida y esperanza.

- Qué curioso.

- Cada vez somos más los supervivientes de cáncer: 2 millones en España, unos 12 en Europa y 32 en Europa. Estos datos demuestran que ya existe una ventana de esperanza. Yo fui la única superviviente de mi planta.

- ¿Qué sintió cuando se lo diagnosticaron?

- Fue en 1995 y yo tenía 20 años. En aquella época no había internet, ni redes sociales... Apenas contábamos con información y creo que eso me ayudó.

- Explíquese.

- Era una chica de pueblo, de Medina del Campo, que había ido a Madrid a cumplir sus sueños. Y de repente me diagnosticaron leucemia. La ignorancia sobre lo que era y las ganas de vivir me ayudaron a salir adelante. Aunque poco a poco, en cada tratamiento, me fui dando cuenta de lo dura que era la enfermedad.

Publicidad

- Ahora cuenta con una fundación que impulsa proyectos contra el cáncer, pero ya habló de esta enfermedad públicamente incluso cuando nadie lo hacía.

- Si todavía hoy es un estigma hablar del cáncer, imagínate en esa época. La gente se escondía y las pocas personas que lo decían se iban al extranjero a curarse. Yo no entendía por qué me tenía que ocultar y con total confianza dije después de un desfile que tenía leucemia linfoblástica y que me estaba curando en la Seguridad Social.

- ¿Y cómo reaccionó la gente?

- Casi no daba la mano por si era contagioso. Te señalaban, te miraban con pena. La típica frase de 'pobrecita'. Intentaban decirme cosas para ayudarme, pero generaban el efecto contrario. Todavía hoy duele y da miedo hablar de cáncer.

Publicidad

- Se curó, pero la leucemia volvió siete años después a su vida.

- Nunca pensé que iba a tener cáncer, pero menos dos. Sabía que iba a ser difícil. Salí de un trasplante de médula gracias a mi hermano, pero a dos... El gran efecto secundario es la incertidumbre. Esta vez fue duro porque me afectó a nivel psicológico.

- ¿Cómo se sentía?

- Me enfadé con la vida. Tardé varios días en decírselo a mi madre, pero una vez lo hice, me volví a poner el traje de pelear. Descubrí que la piedra con la que tropiezas es la que te hace volver a levantar. Y conseguí superarlo.

Publicidad

Inversión

«Un 40% de los cánceres son evitables. ¿Por qué los gobiernos no se centran en esto?»

Efectos secundarios

- ¿Se llega a recuperar uno del todo, física y mentalmente?

- Son enfermedades distintas: la física y la mental. Se deben trabajar las dos y hay que poner las cosas donde tocan para que no duela. Si no estuviese sanada, no podría dedicarme a esto.

- ¿Qué fue lo que le ayudó a salir adelante?

- La música, el sentido del humor... Me levantaba calva y con papel de regalo me hacía un lazo y me lo ponía en la cabeza. Ahí me di cuenta que era mucho más fuerte de lo que creía. Pero es que el cáncer no es una enfermedad, son 200 tipos de enfermedades y sólo se investigan las que tienen más incidencia. Es triste, pero un paciente se cura o no en función de su código postal.

Publicidad

- ¿A qué se refiere?

- A la falta de recursos. Puede haber un paciente con cáncer metastásico que tiene acceso a un ensayo clínico y su amiga que está en otro hospital, no. Una tiene una esperanza de vida y la otra, pues seguirá esperando.

Proceso

«El gran efecto secundario del cáncer es la incertidumbre, el no saber qué pasará»

- ¿Qué falta?

- Presionar para que se investigue, para que haya campañas de prevención y para que se sensibilice a la población. Aún queda camino por recorrer. Hay un 40% de cánceres evitables. ¿Por qué no están los gobiernos invirtiendo en lo que toca, que es la salud? Investigando se pueden sacar hasta 8 vacunas en un año. Un ejemplo es el Covid. Mientras que el cáncer es la gran pandemia de este siglo.

Noticia Patrocinada

- Una vez que al paciente le dan el alta, ¿se acaba el proceso?

- Ni mucho menos. Cuando te dan el alta, te vas a casa solo y con infinidad de efectos secundarios (infertilidad, osteoporosis o fatiga). La respuesta médica en ese momento es un 'no te quejes', pero son cosas que afectan al día a día. Por eso hemos creado la 'Escuela de Vida' en la fundación.

- ¿Qué es exactamente?

- Un espacio que da apoyo integral y voz a los pacientes. Es una 'app' con la que queremos crear el primer registro de supervivientes del cáncer. Porque se habla de la muerte, pero no de la vida. Y gracias a este proyecto se ha creado una comunidad de personas que ayudan a otras.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Accede todo un mes por solo 0,99€

Publicidad